El Gobierno de España condena en los términos más enérgicos el ataque terrorista perpetrado ayer en un estadio de fútbol en Iskanderiyah, que causó, al menos, cuarenta y una víctimas mortales y un elevado número de heridos. La crueldad de los terroristas queda una vez más de manifiesto cuando su objetivo son civiles que participaban en un evento deportivo.
El Gobierno traslada sus condolencias a las familias y allegados de los fallecidos y desea la más pronta recuperación a los heridos.
El Gobierno reitera su plena solidaridad con las autoridades y el pueblo de Iraq, así como su compromiso en la lucha contra la barbarie terrorista, que podrá ser derrotada con la cooperación internacional y la aplicación de todos los instrumentos del Estado de Derecho.