España ha seguido con especial preocupación la violencia que se ha registrado en Egipto en las últimas horas y que ha causado numerosas víctimas mortales.
Ante esta grave situación, se hace más urgente que nunca la convocatoria por las autoridades de un diálogo nacional en el que participen todas las fuerzas políticas sin excepciones. Este diálogo debe sustituir definitivamente a la confrontación y la violencia, de forma que todos los esfuerzos se orienten a la celebración de elecciones democráticas tan pronto como las circunstancias lo permitan. Entretanto, los derechos humanos y las libertades públicas han de ser escrupulosamente respetados, evitándose los actos punitivos políticamente motivados y cualesquiera represalias susceptibles de afectar negativamente a la recuperación de la concordia.