La desinformación constituye una de las mayores preocupaciones de los países democráticos. Las campañas de desinformación tienen clara repercusión en la política exterior y deben diferenciarse de otros factores como la información falsa —fake news— o información errónea —misinformation—. De hecho, las campañas de desinformación no contienen necesariamente noticias falsas, sino que pretenden distorsionar la realidad mediante contenido manipulado y erosionar la estabilidad de los Estados y de sus instituciones.
Desinformación/FIMI (Foreign Information Manipulation and Interference)
En los últimos años, el aumento de flujo de información derivado de la llegada de las nuevas tecnologías, las redes sociales y la inteligencia artificial ha disparado el fenómeno de la desinformación, especialmente la generada por actores extranjeros. La llamada FIMI (Foreign Information Manipulation & Interference, por sus siglas en inglés) constituye una de las mayores preocupaciones de los países democráticos, en tanto que constituye una amenaza directa al Estado de Derecho y a la defensa de los intereses del país más allá de sus fronteras.
Campañas de desinformación entendidas como patrones de comportamiento desarrollados en el dominio informativo, llevados a cabo de forma coordinada e intencional para manipular la realidad informativa, cuya implantación y difusión suponen una amenaza para los intereses del país, los valores constitucionales, los procesos democráticos, las instituciones democráticamente constituidas y, por ende, la seguridad nacional.
- Dañina: busca socavar los intereses nacionales de un país, su capacidad de influencia o sus instituciones.
- Manipulativa: mezcla verdad y ficción para crear un discurso que manipule emociones y cree confusión.
- Coordinada: participan diversos actores estatales y no estatales que coordinan y amplifican sus acciones.
- Intencionada:es estratégica. Responde a unos intereses concretos del país o actores promotores.
¿Cómo defendernos?
Es preciso conocer para detectar y poder dar respuesta a las campañas de desinformación:
- Conocer: partiendo del marco común de análisis DISARM y el método común ABCDE podemos preparar protocolos y algoritmos que permitan una rápida respuesta.
- Detectar: España participa en el RAS (Rapid Alert System) y también se coordina internamente para detectar y reaccionar ante este fenómeno. Este sistema asegura la necesaria coordinación entre los socios europeos
- Responder y prevenir: actividades de comunicación estratégicamente planificadas para explicar las políticas de tu organización y temas de comunicación proactivos ayudan a construir una reputación sólida ante las campañas de desinformación, pues ante estas no hay una respuesta única y la decisión sobre la forma de responder es siempre difícil.
El sistema español
Complementariamente a las medidas impulsadas en coordinación con la Unión Europea, España está llevando a cabo múltiples acciones en materia de lucha contra la desinformación:
- Ámbito institucional: ha establecido mecanismos de coordinación permanente entre los diferentes órganos de la Administración, entre los que destaca la Comisión Permanente de Lucha contra la Desinformación, establecida en marzo de 2019.
- Ámbito normativo: se ha implementado la Orden PCM/1030/2020, de 30 de octubre, por la que se publica el Procedimiento de actuación contra la desinformación aprobado por el Consejo de Seguridad Nacional. Establece cuatro niveles con sus consecuentes respuestas.
- Ámbito estratégico: se ha aprobado el acuerdo del Consejo de Ministros para la elaboración de la Estrategia Nacional que comienza ahora mediante participación de todos los ministerios.
La lucha contra la desinformación desde la OTAN
La OTAN viene trabajando contra la desinformación prácticamente desde su creación en 1949 y reconoce la desinformación como una amenaza para la seguridad y en el marco de su estrategia, la lucha contra la desinformación en el contexto de las nuevas amenazas híbridas es un elemento fundamental.
Las respuestas de la OTAN a las amenazas de información incluyen opciones a corto, medio y largo plazo, incluyendo medidas proactivas. Las respuestas se basan en cuatro funciones clave:
- Comprender el entorno de información.
- Prevenir la efectividad de las amenazas de información.
- Contener y mitigar incidentes de información específicos.
- Recuperarse con mayor solidez aprendiendo de las lecciones aprendidas de las amenazas de información.