El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación participó ayer en la Reunión de Alto Nivel convocada y presidida por el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, sobre la situación en Libia, a la que han asistido los presidentes de Túnez, Chad y Níger, el primer ministro de Marruecos, los ministros de asuntos exteriores de Francia, Italia, Turquía, Argelia, Portugal y otros países, el secretario general de la Liga Árabe, el presidente de la Cámara de Representantes libia, el representante especial de Naciones Unidas para Libia, Bernardino León, quien presidió la segunda parte de la reunión, entre otros.
Los participantes coincidieron en algunos elementos básicos para la solución de la crisis libia: la necesidad de un cese inmediato de la violencia armada, el respeto a la soberanía e integridad territorial de Libia, el apoyo a la Cámara de Representantes surgida de las últimas elecciones pero también al diálogo incluyente con todas las fuerzas políticas que conduzca a la reconciliación nacional, el rechazo a la injerencia de potencias extranjeras en los asuntos libios y el apoyo a la labor de mediación de Naciones Unidas y, en concreto, al representante especial para Libia Bernardino León.
José Manuel García-Margallo, por su parte, además de coincidir en su intervención en subrayar los elementos enunciados más arriba, señaló el interés de España en una salida pacífica y negociada de la crisis y los pasos que había dado para ayudar a las partes para alcanzar ese objetivo, como la conferencia celebrada en Madrid el pasado 17 de septiembre y la proyectada para el próximo mes de noviembre, según la hoja de ruta adoptada en la reunión del pasado día 22 convocada por los Estados Unidos. El ministro García-Margallo indicó que hay bases para tener esperanza en un arreglo pronto y pacífico de la crisis, dado el carácter moderado de la mayoría del pueblo libio y la abundancia de recursos naturales que permitirá a los libios emprender un camino de progreso y desarrollo social, una vez que hayan encontrado una solución política a las actuales divisiones que desgarran el país.