El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación acogió el 12 y 13 de mayo la Reunión de Alto Nivel “Migración y Desarrollo en 2022: papel de la cooperación en materia migratoria: nuevos actores para un nuevo contexto”. Esta reunión fue inaugurada por la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Pilar Cancela Rodríguez, y el Secretario de Estado para los Senegaleses en el Exterior, Moïse Diardiegane Sarr, como países copresidentes de la reunión.
En sus palabras, Pilar Cancela subrayó que “el ámbito de las migraciones y desarrollo es prioritario para la Cooperación Española en África Subsahariana, especialmente el fortalecimiento institucional a nivel nacional y regional en materia de gestión de migración, la lucha contra sus causas profundas y la sensibilización sobre los riesgos de la migración irregular, su prevención y la lucha contra el tráfico y la trata de seres humanos. La juventud, las mujeres y las diásporas son actores llamados a ser fuerzas transformadoras y catalizadoras de los efectos positivos de las migraciones”.
En los últimos años, en el marco del Fondo Fiduciario de Emergencia de la UE para África, la Cooperación Española ejecutó proyectos migratorios por importe de 235 millones de euros en ámbitos de resiliencia, desarrollo rural, generación de empleo y fortalecimiento institucional en gestión migratoria. Asimismo, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) llevó a cabo intervenciones con la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) financiadas por el Fondo España-CEDEAO para la Migración y el Desarrollo.
El encuentro fue clausurado por Antón Leis, Director de la AECID y el Director General de Senegaleses en el Exterior, Amadou François Gaye. En su intervención, Leis reiteró el compromiso de la Agencia para lograr, mediante la cooperación con los países socios, condiciones de vida dignas, empleo y posibilidades de desarrollo. “Trabajamos para que los procesos migratorios sean ordenados, seguros, voluntarios y regulares; en los que se garantice el respeto de los derechos humanos y la dignidad de los y las migrantes y para conseguirlo es fundamental tener en cuenta el papel de la juventud y las diásporas y, muy en especial, el trabajo en equidad de género que constituye una seña de identidad de la Cooperación Española”.
La reunión contó con una amplia participación de estados miembros, comisiones UE y CEDEAO, organizaciones y organismos internacionales, think tanks migratorios y sociedad civil especializada. En el debate orientado a la acción se prestó una atención especial a tres colectivos que presentan un potencial de valor añadido aún no desplegado plenamente: la diáspora como agente de cambio, la juventud y el fomento del espíritu emprendedor en ella y las mujeres como innegable vector potenciador de desarrollo, identificándose buenas prácticas de actuación operativa hacia el futuro.
La Reunión de Madrid se enmarca en las actividades del Primer Pilar del Proceso de Rabat. Su objetivo de analizar conjuntamente cómo hacer más eficaz la aportación de la cooperación al desarrollo en la lucha contra las causas profundas de la migración no voluntaria quedó cumplido. En este sentido, hubo ocasión de analizar las nuevas oportunidades que ofrece el vigente Marco Financiero Plurianual de la UE (en especial el Instrumento de Vecindad, Desarrollo y Cooperación Internacional –NDICI-Europa Global) e iniciativas como los Equipos Europa para las rutas Atlántica/Mediterráneo Occidental y Mediterráneo Central y proyectos desarrollados en los marcos CEDEAO y Unión Africana.
El Proceso de Rabat es un ámbito de diálogo migratorio intergubernamental creado en 2006 que engloba a 57 estados (29 europeos y 28 africanos) más las Comisiones de la UE y de CEDEAO. Financiado por la Unión Europea supone un foro activo para el debate orientado a la acción en relación a las oportunidades y retos migratorios en una amplia zona geográfica que incluye las rutas Atlántica, Mediterráneo Occidental y gran parte de la ruta Mediterráneo Central.
El Diálogo de Rabat se estructura en torno a los cinco pilares del Plan de Acción de La Valeta y del Programa de Trabajo de Marrakech: causas profundas y desarrollo; migración legal; protección y asilo; lucha contra las redes de tráfico de migrantes y seres humanos y retorno, readmisión y reintegración.