Su Majestad Don Felipe clausuró hoy la VI Conferencia de Embajadores, celebrada en Casa América, destacando y reconociendo la labor y el sacrificio de todo el personal destinado en el exterior, porque según sus palabras, la diplomacia que representan en nombre de España, es clave “para favorecer la estabilidad y el progreso del mundo en su conjunto” así como imprescindible en el proceso de transformación de nuestro país.
Su intervención pone fin a dos días de reuniones híbridas, presenciales y online, donde según la Ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González Laya, “se han sentado las bases de nuestra acción exterior en un nuevo escenario global”.
González Laya destacó 2021 como el año de la recuperación económica y de la recuperación de espacios y presencia en un nuevo escenario global, con una estrategia basada en cuatro pilares: compromiso con la integración de la UE; compromiso con el multilateralismo; unas nuevas relaciones trasatlánticas con la nueva Administración Biden; y una política basada en la solidaridad.
Precisamente en el día que se ha aprobado el “Plan de Vacunación Solidaria” para que los países con menos recursos puedan tener acceso a la vacuna contra el Covid19, la ministra reiteraba que “es la solidaridad y no la indiferencia lo que nos va a ayudar a sanar”.
Labor diplomática
En su alocución a los embajadores, Felipe VI señaló que la imagen y el peso exterior de España son “más determinantes que nunca” en una realidad interdependiente cada vez más incierta. “La posición de nuestro país ante esta nueva etapa merece ser destacada; y el trabajo y los logros conseguidos entre todos durante las últimas cuatro décadas −pese a las dificultades− merecen el mayor reconocimiento grande”, aseveró.
En sus palabras Don Felipe aseguró que España “es hoy una referencia en distintos ámbitos de la vida internacional: por su alta consideración como Estado social y democrático de Derecho; por el prestigio, la diversidad y la universalidad de su cultura; por el afán y el carácter abierto y emprendedor de sus hombres y mujeres, el dinamismo y proyección de sus empresas; por sus logros científicos y médicos o sus éxitos deportivos”. Pero también, añadió, en “ámbitos como la Cooperación al Desarrollo y la política frente al cambio climático; o en nuestra actitud proactiva en la búsqueda de la paz internacional y en la lucha por la igualdad”.
Reconociendo la labor de la acción exterior España, Su Majestad afirmó que “hace 40 años, España volvía al mundo, y hoy es parte activa en su gestión y su diseño”. Este gran cambio, continuó, “habría sido imposible sin la voluntad de servicio, el trabajo bien hecho y el sacrificio personal que han caracterizado a la diplomacia española durante estas décadas determinantes para el progreso de nuestro país. No solo habéis sido testigos de esta transformación: habéis sido protagonistas”.
Agenda 2030 y liderazgo mundial
Por su parte, el vicepresidente segundo, ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, reafirmó el “compromiso claro de España con la Agenda 2030: convertir en hechos las palabras y en políticas las declaraciones. Nuestro país debe ser un referente internacional en el cumplimiento de la Agenda 2030, además de un principio esencial en nuestra política interna, en nuestra acción exterior y en la coherencia entre todas nuestras políticas”.
Y, afirmaba que España aspira a ejercer una posición de liderazgo mundial en esta materia. Y por ello, aseguraba “los informes de progreso anuales son prueba de que el compromiso de España es firme, a nivel interno, pero también debe serlo a nivel internacional”.
“Creo firmemente que la Agenda 2030 es la hoja de ruta para superar las consecuencias que dejará la pandemia y afrontar la reconstrucción en nuestro país y en todo el mundo” aseguró Iglesias, y en este contexto, concluyó “para el Gobierno tiene más relevancia que nunca”.
Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia
En su intervención, la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, afirmó que 2021 será un año de transformaciones y modernización, por la oportunidad que supone el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para una lograr “una transformación estructural de nuestro país, que nos permita reducir nuestros desequilibrios históricos y estar preparados y a la vanguardia de los cambios globales del futuro”.
El objetivo, según explicó a los embajadores es que “el Plan y las inversiones y reformas asociadas contribuyan a aumentar el crecimiento potencial de la economía española y transformen nuestro modelo, permitiendo así un crecimiento más importante, más equilibrado y generador de empleo de calidad. Nuestras estimaciones apuntan a que el Plan puede llegar a suponer un incremento del crecimiento potencial de la economía que permitiría situarlo por encima del 2%”.
El reto, asegura no es solo diseñar el plan, “sino, sobre todo, ser capaces de ejecutarlo rápido y con todas las garantías” con la convicción de que “trabajando juntos, protegiendo nuestra economía, nuestro empleo, nuestras rentas familiares, tendremos un 2021 de crecimiento robusto” que será también “más sostenible e inclusivo”.
Política migratoria
La Conferencia de Embajadores también ha contado con la participación del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, cuya intervención se ha centrado en el ámbito de la política migratoria. En este terreno, ha destacado la apuesta clara del Gobierno por las políticas de prevención, que pasa ineludiblemente por una cooperación real con los países de origen y tránsito y por la lucha efectiva contras las organizaciones delictivas que se dedican al tráfico de personas.
“Nuestras embajadas y vosotros, sus jefes, tenéis una importante función que desempeñar para que esa política migratoria sea eficaz”, ha señalado. Los embajadores y la red consultar española son elementos clave para reforzar la cooperación con los países de origen y tránsito en el control de los flujos migratorios, porque, según ha explicado, en este plano “es imprescindible el concurso de nuestros socios, y esto es imposible si no hay diálogo político”.
Grande-Marlaska ha destacado también los proyectos de cooperación con los países africanos en la lucha contra las redes de tráfico de personas. “En este terreno actuamos con una variedad de proyectos que han demostrado su eficacia, como los Equipos Conjuntos de Investigación (ECI) y los Grupos de Acción Rápida (GAR-SI), pero también con el despliegue de nuestros medios, de nuestros funcionarios, y formando a su personal en nuestras academias”, ha indicado.