Hoy, en Casa de América en Madrid, el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha inaugurado la reunión anual del American Business Council, entidad formada en 1988 que cuenta con cincuenta y tres de las principales compañías estadounidenses con presencia en España.
El ministro ha centrado su discurso de apertura del encuentro en la posición de España respecto del futuro acuerdo de Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones (TTIP en sus siglas en inglés). García-Margallo se ha declarado convencido de que un TTIP ambicioso y equilibrado que favorezca el aumento de los flujos comerciales y de inversiones, contribuirá al crecimiento económico, a la generación de riqueza y a la creación de puestos de trabajo en ambas orillas del Atlántico.
Un acuerdo ambicioso es aquél que mejore sustancialmente el acceso a los respectivos mercados de compras públicas; que garantice el reconocimiento y la protección de las indicaciones geográficas; que facilite la cooperación regulatoria en el ámbito de las medidas sanitarias y fito-sanitarias; que abra ambos mercados de servicios financieros; y que permita una mayor movilidad a los profesionales para la prestación de sus servicios en una u otra parte.
También es fundamental que el TTIP sea equilibrado. Un acuerdo que se limitara a la reducción de aranceles no lo sería, beneficiaría sólo a Estados Unidos, ya que en estos momentos sus aranceles son más bajos que los de la Unión Europea.
Aunque compartimos la voluntad de que el acuerdo se alcance pronto, no hay que sacrificar a ese objetivo su contenido sustancial.
El ministro concluyó afirmando que confía plenamente en la gestión que la Comisión Europea está haciendo de las negociaciones del TTIP.