El Gobierno de España ha seguido con atención el desarrollo de las elecciones presidenciales en Bielorrusia del 26 de enero y constata que dicho proceso no ha sido conforme a los más mínimos estándares democráticos, con graves restricciones a la participación política y a la labor de medios de comunicación independientes.
España apoya plenamente las aspiraciones democráticas del pueblo bielorruso y de la oposición democrática, y exige la celebración de unas elecciones libres, inclusivas y con todas las garantías, observada por una misión internacional de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Al mismo tiempo, España exige el fin de la represión y el respeto pleno de los derechos humanos y libertades fundamentales, incluyendo los de opinión, manifestación y participación política, así como la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos.