El Gobierno de España rechaza las medidas aprobadas esta semana sobre los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados en Cisjordania y condena la violencia ejercida por los colonos.
Los asentamientos son contrarios al derecho internacional, son un obstáculo para la paz y dificultan la materialización de la solución de los dos Estados, única respuesta posible a las legítimas aspiraciones nacionales de palestinos e israelíes.