Hoy han concluido las Jornadas “El Sahel y la Cooperación Española”, organizadas por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). "Cooperar con el Sahel es un deber, así lo dicta la situación de una región todavía azotada por el subdesarrollo y así lo aconseja un momento en el que, pese a los problemas, se abren en el Sahel oportunidades para un crecimiento inclusivo y sostenido”. Así lo afirmó el secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Gonzalo Robles, en la clausura de la mesa redonda Sahel y España, una asociación para el desarrollo.
Robles anunció que la Cooperación Española, a través de la AECID, realizará antes de final de año una convocatoria especial de proyectos de ONGD que tendrá a los países del Sahel como beneficiarios destacados. En este sentido, afirmó que la Cooperación Española continuará "escuchando y dialogando con nuestros socios sahelianos”, y apostando por la dignidad humana, por la convivencia y por el desarrollo de todas las capacidades de los pueblos del Sahel.
Las Jornadas “El Sahel y la Cooperación Española”, que comenzaron el pasado lunes, han reunido a los responsables de cooperación de la administración central, ONGD, Comunidades Autónomas y entidades locales y otras instituciones relacionadas con el desarrollo en el Sahel. Según Alberto Virella, director de Cooperación con África y Asia de la AECID, “las jornadas han sido una oportunidad para poner en común las experiencias de cooperación en el Sahel, estudiar nuevas vías de cooperación para el desarrollo de la zona, mejorar la coordinación de los diferentes actores de cooperación española y reforzar su actuación en favor del desarrollo sostenible”.
El Sahel, franja desértica al sur del Sáhara, cuyo núcleo central está representado por Mali, Níger y Mauritania, se enfrenta a múltiples desafíos: bajos niveles de desarrollo, crisis alimentarias recurrentes, carencia de servicios sociales básicos, etc.
Pero también cuenta con importantes fortalezas como el progresivo crecimiento económico –Mauritania supera el 7% del PIB, y en el caso de Mali y Níger superan el 3% de sus respectivos PIB-, la reducción de la pobreza, un crecimiento inclusivo, una población creciente y joven –en Níger, más de la mitad de la población tiene menos de 15 años-, y su mayor protagonismo y movilización, así como recursos naturales con gran potencialidad.
El Sahel y la Cooperación Española mantienen una asociación por el desarrollo que se inicia con el primer Plan Director de la Cooperación Española –para el periodo 2001-2004-, en el que ya se considera a Mauritania como país prioritario para sus actuaciones.
En la actualidad, según recoge el Plan Director 2013-2016 vigente, también Mali y Níger son países prioritarios en materia de cooperación para España, que concentra su apoyo en materia de desarrollo rural y seguridad alimentaria, salud y gobernanza y género.
La AECID cuenta con representación en la zona a través de sus Oficinas Técnicas de Cooperación en Mauritania, Níger y Malí, que está reforzando con personal técnico.
Esta asociación para el desarrollo se consolida con la reciente firma del Marco de Asociación País con Mauritania y la próxima firma del acuerdo correspondiente con Níger, mientras que el de Mali está previsto para 2015.
Por otro lado, la Cooperación Española sigue trabajando en un programa de cooperación regional con la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) en agricultura, desarrollo rural, seguridad alimentaria y nutrición, infraestructuras, energías renovables, migración y desarrollo y género.
Asimismo, la Agencia Española de Cooperación acaba de aprobar la segunda fase de convenios con ONGD en la que se incluyen diversas iniciativas de desarrollo en Mauritania, Mali y Níger, así como una de ámbito regional. Estos convenios permitirán que la Cooperación Española emprenda iniciativas de desarrollo de la mano de las ONGD con una visión a largo plazo para el desarrollo