El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, se ha reunido hoy, en el marco de su viaje a La Haya, con el presidente y con el secretario de la Corte Penal Internacional (CPI). La Presidencia de la CPI la detenta en la actualidad el nigeriano Chile Eboe-Osuji, mientras que el Secretario de la CPI es el británico Peter Lewis. El ministro ha aprovechado la ocasión para trasladar a ambos el decidido apoyo de España a la labor de la Corte, que constituye un pilar fundamental de la lucha contra la impunidad de cuantos cometen los crímenes más atroces.
España apoya la legitimidad e independencia de la Corte y opta por continuar avanzando en la universalización del Estatuto de Roma, guiados por la certeza de que se puede lograr un orden internacional más justo.
Josep Borrell ha aprovechado este encuentro para invitar al presidente y al secretario de la CPI al acto que se celebrará en la Escuela Diplomática en Madrid el 25 de enero para conmemorar el XX aniversario de la adopción del Estatuto de Roma. Este acto permitirá profundizar y debatir sobre el estado actual de la Corte con el mundo académico y permitirá hacer balance de la labor del tribunal en estos 20 años de su existencia.
Asimismo, el ministro ha visitado la sede de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), siendo recibido por su director general, Fernando Arias. La OPAQ es la principal garante del cumplimiento de la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas, uno de los pilares básicos del régimen internacional de no proliferación, y, por consiguiente, de la paz y la seguridad globales. Gracias al trabajo de esta organización ha sido posible destruir el 96% de los arsenales declarados por sus estados miembros y realizar operaciones de destrucción en escenarios de gran complejidad técnica y logística, como Libia o Siria. El rigor técnico de la OPAQ, así como el nivel de compromiso de quienes la integran, fue reconocido, en el año 2013, con el premio Nobel de la Paz.
En el curso de la reunión, Josep Borrell y el director general de la OPAQ han intercambiado impresiones sobre los retos presentes y futuros de esta organización, así como los recientes casos de empleo de armas químicas. Ante la concatenación de casos en los últimos años, es preciso reivindicar la vigencia de la norma de prohibición, defender la labor de la OPAQ y reforzar los mecanismos para la investigación y la atribución de responsabilidades. “La pasividad o la falta de determinación nunca pueden ser alternativas ante la impunidad por el empleo de un arma química”, ha dicho el ministro Borrell.