España ha recibido con consternación las noticias de bombardeos en la ciudad de Alepo y en otros puntos de Siria dirigidos contra hospitales y otras instalaciones civiles que han ocasionado graves pérdidas humanas y de equipamientos necesarios para la población.
El gobierno de España recuerda que, de acuerdo con el derecho internacional humanitario vigente, el ataque deliberado en un conflicto bélico contra hospitales y otras instalaciones sanitarias o contra personal médico o humanitario exclusivamente dedicado a labores sanitarias constituye un crimen de guerra por el que sus autores deberán responder ante la justicia.
El gobierno insta una vez más a todas las partes a respetar plenamente el cese de hostilidades que entró en vigor el pasado 27 de febrero y a facilitar el acceso de la ayuda humanitaria, incluido el equipamiento sanitario, a las poblaciones necesitadas así como a permitir la evacuación de civiles que requieran asistencia médica.