Estamos profundamente preocupados por la situación de polarización política de Libia.
Estamos estudiando detenidamente la decisión del Tribunal Supremo, su contexto y sus consecuencias.
Tomamos nota de que los desafíos con los que se enfrenta Libia requieren soluciones políticas. Seguimos comprometidos a ayudar a los libios en este momento difícil.
Apoyamos plenamente los esfuerzos del Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas e instamos a todas las partes a cooperar con él para asegurar la celebración inmediata de consultas inclusivas entre las partes interesadas para acordar una vía de solución.
Instamos a todas las partes a detener todas las operaciones militares y a abstenerse de adoptar cualquier medida que incremente la polarización y las divisiones en el país.