El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Maria García-Margallo, ha tenido que hacer frente a varias crisis a lo largo de la Legislatura; la de los atentados de Paris y el terremoto en Nepal son sólo dos de ellas. La segunda le sorprendió de visita oficial en India y, finalmente, el Airbus del Gobierno sirvió para repatriar a más de cuarenta españoles a los que les sorprendió el seismo. Los atentados de Bruselas le sorprendieron de vuelta de una larga gira por Puerto Rico, Honduras, Guatemala y El Salvador. Una vez más, el departamento que dirige ha sido el encargado de gestionar la crisis, asistir a los españoles afectados en Bruselas y coordinar el dispositivo de información para los familiares de los heridos.
–¿Cuál es la última hora sobre los heridos españoles en Bruselas?
–Hay nueve heridos. Cuatro los han localizado las autoridades belgas y nosotros cinco. Cinco ya han sido dados de alta. Los cuatro que quedan están fuera de peligro y con diagnóstico favorable. Todos ellos han sido visitados por personal del consulado para asegurarnos de que están correctamente atendidos. Está todo el mundo a tope en el servicio de emergencias en Madrid y en el consulado en Bruselas.
–¿Qué ambiente reina en el consulado?
–Siempre después de una tragedia la mayoría de las consultas son sobre la manera de volver a casa. El aeropuerto de Zaventen está cerrado. Está abierto Charleroi y Amberes. Desde el consulado se está ayudando a buscar rutas alternativas para volver a casa. Es trabajo administrativo, un trabajo pesado, pero no es la angustía de las primeras horas de saber si hay muertos españoles.
–¿Qué conclusiones se pueden sacar ya del modus operandi de los atentados?
–Yo creo que no es muy distinto de los que habíamos aprendido después de los sucedido en Paris. ISIS, a diferencia de otras organizaciones terroristas, utiliza el terror pero no sólo es una organización terrorista. ISIS tiene una estructura cuasi-estatal. Presta servicios a los ciudadanos de los territorios que ha ocupado, principalmente Irak y Siria pero también Libia. Tienen una red de reclutamiento y financiación extraordinariamente efectiva. Cuentan con un aparato muy sofisticado de propaganda que facilita el reclutamiento. Tienen, por último y lo más importante de todo, una estructura militar formada por ex oficiales del ejército de Sadam que les hace mucho más peligrosos que cualquier otra organización. La diferencia de ISIS con otras organizaciones que operan en la zona como Al-Nusra es que estas últimas tienen un alcance más local. ISIS tiene una vocacion de reconstrucción de la Umah (la comunidad de creyentes del Islam) y, por lo tanto, retrtraerse a los primeros siglos del Islam. Son anacrónicos en sus objetivos de resucitar la Umah pero tremendamente sofisticados y certeros en sus medios. Son maestros en la utilizacición de las redes sociales y de internet. ISIS no opera sólo a través de lobos solitarios sino también a través de comandos bien entrenados, bien coordinados y dirigidos muchas veces desde la distancia. La conclusion más importante es que, además de la coordinación de servicios de inteligencia para combatirlos donde estén, hay que sacarlos de los territorios donde están fisicamente instalados porque se han convertidos en plataformas de exportación e internacionalización del terror. Las operaciones de la Coalición Internacional son extraordinariamente importantes.
–¿Hay una significación especial en que hayan atacado la capital política de Europa?
–No creo que haya una significación especial. Cuando lees sus escritos ves que para ellos no hay diferencia entre paises. El concepto de Estado que tienen es muy difuso. Para ellos nosotros somos todos enemigos del Islam. Igual que los que no comparten su visión del Islam y, por supuesto, el Estado de Israel. Es lo que Bin Laden llamaba «los judíos y los cruzados», es decir, todo lo que se oponga a su interpretación del Islam es, por definición, enemigo.
–¿Cuál debe ser la respuesta de Europa a este atentado?
–La Coalición debe seguir haciendo esfuerzos para privarles de sus plataformas físicas. Hay que seguir ayudando al Gobierno de Irak y a las facciones de la oposición siria que están luchando contra Daesh allí. En segundo lugar deben coordinarse los esfuerzos entre Estados Unidos y Rusia con dos objetivos: coordinar los ataques militares para que sean más efectivos y, además, asegurar el alto el fuego con todos menos con Daesh y Al Nusra para llevar la ayuda humanitaria y para propiciar ese proceso político que permita pacificar la zona y sacarlos de alli. Aqui debemos continuar los esfuerzos para identificar los núcleos o de las células durmientes que estan en Occidente.
–¿Hace falta un sistema homologado de niveles de alerta?
–No soy un experto en este aspecto pero lo que me dicen es que los servicios de información y de seguridad y la coordinación entre ellos funciona razonablemente bien y, desde luego lo que sí le puedo decir es que con nuestros vecinos que son Marruecos y Francia funciona escepcionalmente bien.