La elección constituye un reconocimiento y una expresión de confianza en España y del compromiso de los poderes públicos y de la sociedad española con los derechos humanos. En el plano interno, la defensa y protección de los derechos y libertades fundamentales se ha convertido en principio inspirador y eje trasversal de las decisiones gubernamentales. En el ámbito internacional, la defensa y promoción de los derechos humanos, constituye una de las prioridades de la política exterior y de cooperación española.
Como miembro electo del Consejo, España asume la responsabilidad de contribuir a mejorar la eficacia de la protección internacional de todos los derechos humanos. Nuestras prioridades se centran en la defensa y promoción de la democracia y el Estado de derecho; en la protección de los derechos civiles, políticos y económicos, sociales y culturales; la lucha contra la discriminación y contra el racismo, la xenofobia y los delitos de odio, y en la promoción de los derechos de las personas con discapacidad.
El Consejo de Derechos Humanos fue creado en 2006 para sustituir a la Comisión de Derechos Humanos. Está integrado por 47 países que cumplen mandatos de tres años y cuyos asientos se reparten en grupos regionales. Además de España y Australia, ayer fueron elegidos otros trece países: Senegal, Angola, Nigeria, la República Democrática del Congo, Nepal, Catar, Pakistán, Afganistán, Eslovaquia, Ucrania, Chile, México y Perú. España fue miembro del Consejo de Derechos Humanos en el periodo 2011-2013 y basó su actual candidatura en cuatro ejes: dignidad, universalidad, cooperación y eficacia.