La pasada semana concluyó en Nueva York la Tercera Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que se han aprobado más de sesenta resoluciones sobre distintos aspectos de la promoción y protección de los derechos humanos en el mundo y en la que España ha jugado un papel muy activo.
Especialmente reseñables han sido las resoluciones aprobadas sobre la situación de los derechos humanos en Siria, Corea del Norte, Irán, y Myanmar, así como la tradicional resolución sobre el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación.
Desde un punto de vista temático, destaca especialmente la aprobación de la resolución anual sobre moratoria en el uso de la pena de muerte, este año con más apoyos que en 2012, lo que constituye un éxito para los Estados que, como España, se han implicado a fondo en la obtención de apoyos para esta resolución.
Los derechos de las personas con discapacidad también se han visto reforzados con la aprobación de una resolución sobre la realización de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y otros objetivos de desarrollo internacionalmente acordados para las personas con discapacidad más allá de 2015, que incluye mención expresa a la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad como paradigma clave a tener en cuenta en este ámbito. Asimismo, España ha copatrocinado, entre otras, la resolución para redoblar esfuerzos para eliminar toda forma de violencia contra las mujeres; la resolución para redoblar los esfuerzos globales para la eliminación total de la mutilación genital femenina; la resolución para apoyar los esfuerzos contra la fístula obstétrica; la resolución sobre trata de mujeres y niñas; la resolución sobre matrimonios infantiles, tempranos y forzados; la resolución sobre pueblos indígenas; la resolución sobre derechos del niño; la resolución sobre niños migrantes y la resolución sobre derecho a la privacidad en la era digital.