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NOTA DE PRENSA 206

Reunión sobre la situación en Libia

23 de setembre de 2014
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación participó ayer en la conferencia convocada por el Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, sobre la situación en Libia, en la que han participado trece países: Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Argelia, Túnez, Egipto, Arabia Saudí, Qatar, Turquía y los Emiratos Árabes Unidos, además de los Estados Unidos, como país convocante. También participaron la Unión Europea y las Naciones Unidas, con el Representante Especial para Libia, Bernardino León.

Los participantes en la reunión emitieron un comunicado conjunto que apoya y corrobora las conclusiones de la conferencia de Madrid del 17 de septiembre pasado. Los puntos más importantes del comunicado son: el llamamiento al alto el fuego inmediato; el reconocimiento a la Cámara de Representantes surgida de las últimas elecciones como la única autoridad legislativa legítima en Libia; el apoyo a los esfuerzos del Representante Especial de Naciones Unidas; el rechazo a cualquier injerencia extranjera; y la petición a la cámara de representantes para que dé su confianza a un gobierno de unidad nacional que lidere un proceso de reconciliación que culmine con una nueva constitución adoptada con el más amplio consenso posible.

En esta reunión se ha acordado una hoja de ruta muy precisa para obtener esos objetivos. El proceso continuará el próximo día 26 de septiembre con una reunión en Nueva York entre los países vecinos de Libia. El día 29 se reunirán las partes implicadas en la crisis libia, convocadas por el Representante Especial de Naciones Unidas. En el mes de octubre, Argel acogerá un encuentro entre los representantes de los países vecinos y todas las partes libias. Por último, la hoja de ruta prevé la celebración de una reunión en Madrid, en un plazo no superior a sesenta días desde la fecha, en la que participarán los trece países implicados en el proceso.

El ministro García-Margallo evocó la Conferencia de Paz de Madrid de 1991 que dio inicio a las negociaciones de Oslo y declaró su fundada esperanza de que el proceso, a través del diálogo entre las partes y con el apoyo de los países vecinos y amigos, culmine con la reconciliación y la paz en Libia.

El ministro subrayó la vital importancia para España de la estabilidad en Libia por sus implicaciones en la seguridad regional; el control de la inmigración irregular y la lucha contra el tráfico de seres humanos, cuyas trágicas consecuencias hemos constatado con especial dureza este último verano; y la seguridad energética, siempre importante pero más en la actual situación de tensión en el este de Europa que plantea interrogantes a la seguridad del suministro.

España confía en que la futura conferencia de Madrid sea un importante paso adelante para llevar la paz y la estabilidad a uno de los muchos focos de tensión que actualmente amenazan la seguridad internacional. El formato elegido para el proceso es el adecuado y clara la voluntad de los vecinos y demás países amigos de Libia de propiciar el entendimiento y la reconciliación entre los diferentes sectores y territorios de ese país.