El Secretario de Estado para la Unión Europea, Iñigo Méndez de Vigo, se ha reunido esta tarde con una delegación de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento finlandés, encabezada por su Presidente, Johannes Koskinen y compuesta por representantes de todos los grupos políticos.
Finlandia es miembro del euro y uno de los países que goza de la máxima calificación crediticia de su deuda soberana. Además, participa en los instrumentos de estabilización de la Zona Euro (el Mecanismo Europeo de Estabilización) y es parte del Pacto Fiscal, que entró en vigor el pasado 1 de enero precisamente tras su ratificación por el Parlamento finlandés.
La Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento finlandés tiene como tarea principal la defensa de la constitucionalidad de los proyectos legislativos. Desarrolla una función equivalente al Tribunal Constitucional español, instancia que no existe en Finlandia.
En el encuentro con el Secretario de Estado, se ha producido un intercambio de impresiones sobre la aplicación de la hoja de ruta para el establecimiento de una auténtica Unión Económica y Monetaria, que es la piedra angular de la estrategia de la Unión Europea para superar la crisis económica y financiera, con el objetivo de recuperar el crecimiento económico, generar empleo y elevar la competitividad de las economías europeas.
El Secretario de Estado ha subrayado, “que la situación actual de la Unión Europea es mejor que la que había antes del Consejo Europeo de junio, como acredita el hecho de que hoy se considera que el euro es irreversible”. De cara al futuro, ha reiterado la importancia de “profundizar en la apuesta por más Europa como proyecto político, económico y social”.
Por último, el Secretario de Estado ha explicado la agenda reformista y la consolidación fiscal emprendidos por el Gobierno de España, destacando la ley de estabilidad presupuestaria, el plan de consolidación fiscal, la reforma laboral, el saneamiento del sistema financiero, la reforma del sector público y la ley de transparencia y ha añadido que: “el Gobierno está firmemente decidido a continuar por la senda reformista”.
En este contexto, España propugna la aplicación de una estrategia que el Presidente del Gobierno envío por carta al Presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y al Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el pasado 6 de junio. Dicho plan consta de cinco elementos fundamentales: la consolidación fiscal en los Estados miembros; la realización de reformas tanto en los Estados miembros como en la UE para recuperar el crecimiento, la creación de empleo y el Estado de bienestar; actuaciones a corto plazo para garantizar la estabilidad financiera de la Eurozona y la reducción de las primas de riesgo de determinadas deudas soberanas; así como los avances en la integración bancaria y fiscal de la Unión Europea”.
En este marco, el Secretario de Estado ha concluido que, “como complemento a la austeridad, es necesario una apuesta firme y decidida por el crecimiento económico sostenible, modernizando las economías, generando mayor competitividad y corrigiendo los desequilibrios económicos”.