La Conferencia sobre el Futuro de Europa (COFE) se lanzó en marzo de 2021 con una Declaración de los presidentes del Consejo, de la Comisión y del Parlamento europeos. Nació con el ánimo de reflexionar sobre los retos a los que deberá hacer frente la UE en los próximos años. Su objetivo es escuchar a los ciudadanos para que sean beneficiarios y protagonistas de la construcción europea.
Una plataforma digital multilingüe ha recogido las opiniones de los ciudadanos y se han creado paneles de ciudadanos europeos que han abordado el futuro de la Unión. Los Estados miembros han organizado en paralelo sus propios actos a nivel estatal, regional y local. Se trata de un ejercicio de reflexión paneuropeo sin precedentes en la historia de Europa.
La Conferencia estudiará las recomendaciones de los ciudadanos y las recogerá en un informe final el próximo 9 de mayo, el Día de Europa. A partir de esa fecha, Consejo, Comisión y Parlamento europeos, estudiarán las propuestas necesarias para desarrollar esas conclusiones.
Los ciudadanos españoles han participado en los debates, a través de la Plataforma digital multilingüe de la COFE y en los múltiples eventos organizados en España. Para potenciar la voz de los españoles en la Conferencia el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación impulsó un Marco español de consultas ciudadanas sobre el futuro de Europa abierto a todas las Comunidades y Ciudades Autónomas, así como a numerosas organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos de forma individual, y cuyos resultados se presentan hoy.
En total, se han celebrado 6 eventos nacionales y 18 autonómicos. Las conclusiones se agrupan en cuatro grandes áreas: ciudadanía europea, democracia y participación, cohesión social y territorial, transición ecológica y migraciones y la UE en el mundo.
Los participantes han recalcado que las políticas de la UE deben atender a las necesidades de las regiones ultraperiféricas y de aquéllas que se enfrentan a desventajas como la insularidad o la despoblación en el mundo rural. Por otro lado, han mostrado gran interés en la economía circular y en que la doble transición digital y ecológica sea también inclusiva y accesible, contemplando a las personas que se enfrentan a algún tipo de discapacidad.
Asimismo, las conclusiones arrojan opiniones muy favorables a la potenciación de la ciudadanía europea, con medidas como la extensión del derecho de sufragio activo y pasivo para los ciudadanos móviles europeos o un nuevo impulso al programa Erasmus+. La libre circulación de personas es percibida por una mayoría abrumadora de los españoles como uno de los principales logros del proceso de integración.
En cuanto al fenómeno migratorio, los participantes destacaron que se trata realmente de un asunto de dimensión europea, por lo que sería necesario reforzar la política migratoria común de la UE.
Al abordar el papel de la UE en el mundo, la guerra de Ucrania ha puesto aún más en evidencia la necesidad de que la Unión promueva su propia autonomía estratégica que incluya el abastecimiento energético, el desarrollo tecnológico, el liderazgo en valores y en la lucha contra la crisis climática, y la conectividad.
Las conclusiones, que pueden consultarse en este
enlace, son especialmente importantes para España, ya que pueden inspirar el programa de la presidencia española del Consejo de la UE, que tendrá lugar en el segundo semestre de 2023.