En el marco de la semana ministerial del 72º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, España suscribió ayer una Declaración política realizada con motivo del lanzamiento de la Alianza Mundial para acabar con el comercio de artículos de tortura y usados para la ejecución de la pena capital, de la que España es miembro.
La Alianza busca promover la adopción por parte de los Estados de normativas que permitan controlar el comercio de los artículos usados en la práctica de la tortura y en la ejecución de la pena capital, así como el intercambio de información sobre legislación y prácticas administrativas en esta materia, creando una red entre los Estados que compartan los objetivos de la Alianza.
Por medio de la prevención, restricción y, en último término, el fin del comercio de estos artículos, esta iniciativa busca reducir o dificultar la práctica de la tortura y de la pena de muerte.
Los objetivos perseguidos por esta Alianza son plenamente coherentes con la posición de España, que ha hecho de la lucha contra la pena de muerte una
de las prioridades de su política exterior en materia de derechos humanos y que condena la práctica de la tortura, prohibida de manera absoluta por el Derecho internacional, en los términos más enérgicos.