El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Ignacio Ybáñez, asistió ayer en Nueva York a la Reunión de Alto Nivel sobre Sudán del Sur organizada por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, para apoyar la implementación del Acuerdo de paz firmado el pasado 26 de agosto de 2015. La reunión contó con la participación por videoconferencia del presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, así como con los representantes del resto de partes implicadas: el líder del SPLM-iO, Riek Machar, y el miembro del SPLM-ex detenidos, Pagan Amum.
Dos años después de alcanzar su independencia en 2011, Sudán del Sur se vio sumido en una cruenta guerra civil. Tras múltiples y fallidos intentos por parte de la comunidad internacional, la formación IGAD + lideró un proceso de mediación que finalmente resultó en el acuerdo de paz firmado el 26 de agosto por el Presidente Kiir. No obstante, la implementación de este acuerdo está siendo sumamente frágil y persisten los enfrentamientos entre las partes.
En su intervención, el secretario de Estado mostró una honda preocupación por la situación en Sudán del Sur, reconociendo el esfuerzo de mediación realizado por IGAD y particularmente por Etiopía, que ejerce su presidencia. Se abre ahora una ventana de oportunidad que ha de ser aprovechada mediante una implementación efectiva y acorde al calendario previsto.
En este sentido, subrayó que la comunidad internacional debe prestar la máxima atención a la situación en el país. Dicha vigilancia se ha de articular también en el propio Consejo de Seguridad, intensificando las sanciones contra quienes ejerzan la violencia y reaccionando rápidamente ante los desarrollos positivos.
El secretario de Estado Ybáñez defendió asimismo la creación de un marco que garantice la no intervención de terceras partes en el conflicto, y recalcó la necesidad de velar por la rendición de cuentas ante las violaciones de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. A este respecto, hizo un llamamiento a todas las partes para que faciliten la difícil e importante labor que ejercen los trabajadores humanitarios.