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COMUNICADO 014

Declaración conjunta de los secretarios de Estado de Asuntos Europeos de España, Francia y Portugal

19 de febrer de 2020
Nosotros, los Secretarios de Estado de asuntos europeos de España, Francia y Portugal, adoptamos la presente declaración con miras a ahondar nuestra estrecha cooperación, al hilo del anterior encuentro trilateral celebrado el 11 de julio de 2019 en Lisboa, con el objetivo de preparar juntos las próximas citas europeas, empezando por el Consejo Europeo extraordinario de 20 de febrero.

Este Consejo Europeo se dedicará al presupuesto de la Unión Europea para los próximos siete años. España, Francia y Portugal desean alcanzar un acuerdo con el fin de garantizar la correcta ejecución de los programas al principio del marco financiero. Consideramos que el presupuesto de la Unión debe ser un instrumento político para alcanzar nuestros objetivos estratégicos y contribuir a la soberanía y la solidaridad europeas. Así, el acuerdo deberá garantizar un equilibrio sobre las políticas históricas en su conjunto. Recordamos la importancia de la política de cohesión, que debe estar dotada de los medios que le permitan continuar a asegurar la convergencia en Europa; y la de la política agrícola común, que debe prestar al menos el mismo apoyo a los agricultores que a día de hoy.

Además, el presupuesto debe contribuir a la transición ecológica, dedicando una parte más ambiciosa de los gastos a la acción climática e incluyendo un objetivo dedicado a la protección del clima y de la biodiversidad, en consonancia con el Pacto verde europeo. Asimismo, deberá incluir una sólida dimensión social, a fin de facilitar el desarrollo del Pilar europeo de derechos sociales. Entre los instrumentos que deben preverse, los tres países desean una nueva condición horizontal favorecedora. Por último, abogamos por la puesta en funcionamiento de un mecanismo de protección del presupuesto ante las carencias generalizadas del Estado de Derecho.

El presupuesto debe abrirse igualmente a nuevas fuentes de financiación, en particular sobre la base de las propuestas de la Comisión. El acuerdo deberá prever asimismo la posibilidad de nuevas fuentes en el futuro. Las compensaciones deberán suprimirse inmediatamente. 

En esta negociación, velaremos también por defender las características especiales de las regiones ultraperiféricas en las futuras políticas de cohesión, agrícola, de pesca y de asuntos marítimos, incluso en cuanto a intensidad de financiación. El 19 de noviembre de 2019 celebramos en Bruselas una conferencia dedicada a este asunto y hemos distribuido un non-paper conjunto a las instituciones.

Ante la salida del Reino Unido de la Unión Europea el pasado 31 de enero, España, Francia y Portugal desean que la futura relación entre la UE y el Reino Unido se inscriba en el marco de unas relaciones amplias y ambiciosas que reflejen nuestra vecindad y nuestros valores compartidos, que se fundamente en un equilibrio entre derechos y obligaciones, y garantice una competencia justa, respetando la autonomía de decisión de la UE. A estos efectos, prestaremos especial atención a los desafíos del alineamiento normativa y la instauración de una gobernanza robusta.

Asimismo, nuestros tres países velarán especialmente por que el futuro acuerdo preserve el acceso a las aguas británicas y a los recursos pesqueros para los pescadores de la Unión, preservando también la actividad de la flota de la Unión. Debemos preservar la unidad de los 27 durante la negociación. Expresamos nuestro total apoyo al negociador principal de la Unión Europea.

En un momento en el que la Unión inicia un nuevo ciclo institucional, ha llegado la hora de promover un debate más abierto sobre cómo la Unión debe adaptarse a los desafíos actuales, obtener resultados concretos e implicar mejor a los ciudadanos. Creemos firmemente que la Conferencia sobre el futuro de Europa permitirá desarrollar un debate democrático y reforzar la confianza de los ciudadanos en el proyecto europeo. Nuestros tres países se comprometen a fomentar un debate abierto e inclusivo con los ciudadanos, también sobre la base de los resultados de las consultas ciudadanas de 2018, con el fin de abordar sus preocupaciones concretas. La organización de este debate debe definirse de manera rigurosa y transparente, respetando los principios de equilibrio institucional y subsidiariedad. Consideramos que la Conferencia debe dar prioridad a los asuntos que afectan a los ciudadanos europeos y suscitan su interés.

España, Francia y Portugal consideran que la transición ecológica es el principal desafío al que se enfrentan nuestras sociedades y hacen un llamamiento a la Unión para que se sitúe a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático. Apoyamos el objetivo de neutralidad en emisiones de carbono en 2050 y acogemos muy positivamente el Pacto verde europeo propuesto por la Comisión. En 2020, Europa tendrá que señalar el camino con suficiente antelación respecto de la COP26 de Glasgow, destacando los objetivos europeos de reducción de emisiones en 2030. La transición hacia una Europa verde tiene que ser, ciertamente, una transición justa, que no deje a nadie de lado, y que tenga en cuenta los esfuerzos que ya han realizado los Estados comprometidos en la transición ecológica. Tendremos que ser coherentes también y garantizar el respeto de las normas impuestas por nuestros socios externos, en particular a través de la inclusión del respeto del acuerdo de París en los acuerdos comerciales y continuando los trabajos preparatorios sobre un mecanismo de inclusión del carbono en frontera compatibles con la OMC.

La consecución de un mercado de energía más eficaz es esencial también para el éxito de la transición ecológica. Francia, España y Portugal reafirman el papel estratégico de las interconexiones para mejorar el funcionamiento de un mercado interior de energía seguro, en libre competencia y libre de emisiones de carbono de conformidad con los objetivos europeos en materia de interconexiones, y en conexión con el Pacto Verde europeo y las nuevas opciones innovadoras. Renovamos asimismo nuestro compromiso para avanzar los proyectos de interconexiones eléctricas en curso. El recurso a las tecnologías más respetuosas con el medio ambiente y más eficientes será indispensable para mejorar la aceptabilidad local de las infraestructuras y cumplir los criterios coste-beneficio.

Ha llegado la hora de profundizar la unión económica y monetaria. Defendemos pues la creación de un presupuesto de la zona euro dotado de los recursos necesarios y de una gobernanza adaptada para promover la competitividad y la convergencia en la zona euro. Tenemos también especial interés en trabajar en la creación de un instrumento de estabilización, que proteja a los ciudadanos europeos contra las crisis, y mejore la capacidad de absorción de choques de la zona euro. En este sentido, se debería investigar las posibilidades que podría ofrecer un fondo europeo de desempleo. Además, estamos convencidos de la necesidad de dar un impulso a la puesta en marcha de la primera fase de liquidez del sistema europeo de garantía de depósitos en el marco de los esfuerzos para culminar la Unión Bancaria.

Estamos convencidos de que sólo una Unión Europea fuerte que garantice la libertad y la seguridad podrá hacer frente a los desafíos en el futuro. Especial importancia tiene también para nosotros el principio de libre circulación, que constituye un valioso activo de la construcción europea, como también nos importa sobremanera el restablecimiento de la buena marcha del espacio Schengen. Velaremos por que el nuevo pacto sobre migraciones y asilo que presentará próximamente la Comisión permita dar una respuesta común, global y eficaz a los desafíos migratorios, sobre la base de una aplicación efectiva del principio de solidaridad y de un reparto equitativo de las responsabilidades entre Estados miembros.

Queremos destacar también la importancia estratégica de las relaciones de los países del sur con los que mantenemos acuerdos de vecindad y por tanto de la necesidad de que la Unión Europea preste mayor atención al diálogo con la orilla sur del Mediterráneo, en el marco de una reflexión sobre el futuro de una política europea de vecindad que debe estar a la altura de los desafíos geopolíticos de la región.

Por último, hemos comentado la propuesta española de una macro región atlántica.

Continuaremos el diálogo trilateral sobre todos estos temas, con el objetivo de transformar nuestras prioridades europeas comunes en resultados tangibles que respondan a las expectativas ciudadanas. En este sentido, estamos dispuestos a trabajar con todos los Estados miembros que comparten nuestras prioridades para construir mayorías en torno a temas comunes y hacer avanzar concretamente la agenda europea.