España condena la violencia que persiste en el norte de Mali, especialmente en Kidal, desde los enfrentamientos del pasado fin de semana, y lamenta las muertes ocurridas.
El Gobierno de España llama a las partes a acordar un alto el fuego inmediato, y a establecer lo antes posible un diálogo inclusivo entre todas las partes. Solo esto permitirá al país seguir avanzando hacia la reconciliación e institucionalización democrática en un clima de estabilidad, tal y como se recoge en el Acuerdo de Ouagadougou y la hoja de ruta, y como se exige en la Resolución 2100 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
España reitera su apoyo al pueblo y autoridades malienses en su camino hacia la estabilidad y el desarrollo en un Estado soberano, democrático y unido, y seguirá trabajando junto a Naciones Unidas, la Unión Europea, la Unión Africana, la CEDEAO, y nuestros demás socios, para ayudar a superar cuanto antes el actual impasse.