El Gobierno de España condena el uso brutal y desproporcionado de la violencia y hace un llamamiento urgente a todas las partes implicadas, autoridades, oposición política y manifestantes, a la contención y al fin de la violencia, así como a abstenerse de emprender medidas que puedan agrandar la actual brecha existente entre las partes.
España expresa su enorme preocupación por los gravísimos acontecimientos que están teniendo lugar estos días en Kiev, que han causado numerosas víctimas mortales y heridos, y que suponen un retroceso muy grave en los esperanzadores pasos adoptados previamente.
El retorno a la estabilidad es una condición previa y necesaria para reconducir el proceso a un diálogo genuino e inclusivo entre todas las partes, que garantice el pleno respeto a los derechos humanos y permita avanzar en las negociaciones hacia una solución pactada de las reformas políticas y económicas que necesite Ucrania y que deseen los ucranianos.