Este año, el Foro Mundial del Agua, codirigido por la UNESCO, hará hincapié en los vínculos críticos que existen entre la gestión hídrica y el cambio climático. En particular, destacará de qué manera una cooperación reforzada y una mejor recopilación de datos pueden llevar al mundo a lograr una seguridad hídrica y una resiliencia. La UNESCO defenderá tres objetivos principales: reforzar la cooperación hídrica, mejorar los conocimientos y la recopilación de datos, y mejorar la educación y la concienciación sobre temas relacionados con el agua.
“Ante el aumento de la escasez de agua y la variabilidad climática, es crucial que incrementemos el grado de cooperación internacional favoreciendo medidas sostenibles y una gestión de los recursos hídricos juntos, así como la formación y el empoderamiento de una nueva generación de profesionales del agua”, afirmó Audrey Azoulay, la Directora General de la UNESCO.
Aumentar el grado de cooperación en materia de aguas transfonterizas
Urge que los Estados colaboren y cooperen en la gestión de los recursos hídricos compartidos que fluyen libremente a través de sus fronteras nacionales, ya sean ríos, lagos o acuíferos transfronterizos.
Con frecuencia, el primer paso consiste en identificar cuáles son los recursos hídricos comunes. Como organización líder en la vigilancia de los acuíferos transfronterizos, la UNESCO ha ayudado a la identificación de sistemas transfronterizos en 153 países, incluyendo 468 acuíferos y 286 ríos y lagos.
El proyecto Gobernanza de las aguas subterráneas en los acuíferos transfronterizos (GGRETA) de la UNESCO, de una década de duración, ha proporcionado asesoramiento, gobernanza y aspectos políticos de los acuíferos transfronterizos en tres continentes, junto con otros programas localizados en África occidental, el Mediterráneo, los Balkanes y Sudamérica.
Un marco hídrico común puede actuar como un importante catalizador para el desarrollo colectivo; sin embargo, tan solo una pequeña parte de los países ribereños cuenta con acuerdos transfronterizos. Un ejemplo de buenas prácticas es la cuenca del río Senegal, donde la presa de Manantali, aunque se sitúa físicamente en Malí, pertenece y es gestionada colectivamente por la Organización para el Desarrollo del Río Senegal (OMVS), que contribuye al sector de la energía en los países de la cuenca del río Senegal (Guinea, Malí, Mauritania y Senegal), produciendo electricidad a un menor coste y a partir de una fuente de agua limpia.
Mejorar los conocimientos y la recopilación de datos hídricos
Desde los años 1980, ha empeorado la recopilación de datos hídricos y es urgente que aprovechemos los avances tecnológicos para mejorarla.
La UNESCO cumple un papel fundamental para la armonización y la puesta a disposición de datos y conocimientos hídricos a través de su Sistema de Red de Información sobre el Agua, una base de datos de información hídrica mundial y local que ayuda a que las partes interesadas tomen decisiones bien fundamentadas. Como complemento, la plataforma de la UNESCO Open Learning proporciona a los usuarios la capacitación necesaria para convertir estos datos brutos en información práctica.
Dado que el agua y el clima están cada vez más intrínsecamente ligados, la UNESCO desarrolló la metodología Análisis de Decisiones Basado en el Riesgo Climático (CRIDA) para gestionar los recursos hídricos en zonas con estrés hídrico mediante el uso de un enfoque participativo y ascendente capaz de identificar eficazmente las vulnerabilidades hídrico-climáticas. En África también se han implementado Sistemas de Alerta Temprana ante Inundaciones y Sequías.
Además de los datos procedentes de las tecnologías avanzadas tales como la vigilancia por satélite, la UNESCO hace un llamado a los Gobiernos para que inviertan más en la capacitación de las comunidades locales para que puedan proporcionar datos de campo que complementen, confirmen y calibren dichas medidas.
También es necesario abordar las ineficiencias sistémicas: en la actualidad se estima que entre el 5 y el 50 % del agua nunca llega a su destino debido a fugas en tuberías y sistemas defectuosos. La mejora de la identificación y la reparación de estas fugas constituye una gran oportunidad para disminuir la escasez de agua en todo el mundo.
Concienciar y mejorar el entendimiento sobre los problemas hídricos
Una de las claves para luchar contra la escasez de agua en el futuro reside en formar a una nueva generación de profesionales del agua capacitados para aconsejar a los Gobiernos que implementen políticas hídricas que tengan en cuenta las repercusiones económicas, sociales, políticas, sanitarias y agrícolas.
Cada año, la UNESCO y sus socios forman alrededor de 20 000 personas a través de una red de 29 centros de investigación de Categoría 2, 84 cátedras universitarias UNESCO y comités nacionales. Esta red mejora y refuerza el intercambio de conocimientos entre los países y ofrece cursos, formaciones y actividades sobre cuestiones hídricas específicas.
La UNESCO también se esfuerza por mejorar la educación hídrica del público en general, especialmente de los jóvenes y los niños y niñas. Las campañas de sensibilización de la UNESCO, tales como las de la Red Mundial de Museos del Agua, compuesta por 89 instituciones de 38 países, educan a 10 millones de visitantes al año sobre temas que abarcan desde las ciencias hídricas hasta el uso del agua en el día a día.
La UNESCO también incita a que se traten los problemas hídricos con un enfoque más inclusivo: los conocimientos ancestrales y los saberes relacionados con el agua aportan muchas soluciones para la gestión sostenible de este recurso. El programa LINKS de la UNESCO trabaja para apoyar a los pueblos indígenas para que compartan sus enfoques y sus métodos de gestión del agua, gobernanza y cuestiones de derechos.