“Se trata de un fuerte voto de confianza en la UNESCO y en el multilateralismo. Confianza no sólo en la centralidad del mandato de la Organización –cultura, educación, ciencia e información–, sino también en la manera en que este mandato se traduce hoy en día”, subrayó Audrey Azoulay.
En una carta dirigida a la Directora General, el Departamento de Estado de Estados Unidos elogiaba la manera en que la UNESCO ha afrontado los nuevos retos en los últimos años, modernizando su gestión y reduciendo las tensiones políticas.
Elegida al frente de la UNESCO en noviembre de 2017, Audrey Azoulay ha liderado mediaciones para aliviar tensiones políticas y encontrar consensos en los temas más sensibles, como Oriente Medio.
Además, se han llevado a cabo nuevas iniciativas que han permitido a la UNESCO comprender plenamente los desafíos contemporáneos -como la ética de la inteligencia artificial o la protección de los océanos-, mientras que nuevas campañas emblemáticas de terreno –como la reconstrucción de la Ciudad Vieja de Mosul en Iraq– han permitido a la Organización volver a conectar con sus ambiciones históricas. Por último, las reformas administrativas aplicadas desde 2018 han hecho a la UNESCO más eficaz y saneado sus finanzas.
El anunciado regreso de Estados Unidos es posible gracias al acuerdo alcanzado en el Congreso en diciembre de 2022 por el que se autorizan las contribuciones financieras a la UNESCO. De hecho, Estados Unidos había suspendido su contribución en 2011 debido a su legislación nacional, y luego notificó su decisión de retirarse legalmente de la Organización el 12 de octubre de 2017.
El plan propuesto debe someterse ahora a la aprobación de la Conferencia General de los Estados Miembros de la UNESCO; algunos de ellos han pedido que se celebre una sesión extraordinaria a corto plazo para decidir.