La mayor parte del personal y los recursos de la OSCE se destinan a operaciones sobre el terreno de la Organización que están ubicadas en Europa Sudoriental, Europa Oriental, el Cáucaso meridional y Asia Central. Estas operaciones se establecen a petición del respectivo país anfitrión, y sus mandatos son acordados por los Estados participantes sobre la base del consenso.
Las operaciones de la OSCE sobre el terreno permiten a la Organización afrontar las crisis en el momento en que aparecen y desempeñar una función vital en la etapa posconflicto, mediante el restablecimiento de la confianza entre las comunidades afectadas. De un modo más amplio, se dedican a fomentar las capacidades de los países anfitriones a través de proyectos que responden a las necesidades de los Estados participantes y sus sociedades. Entre esas iniciativas destacan el respaldo al cumplimiento de la ley, los derechos de las minorías, las reformas legislativas, el Estado de derecho y la libertad de los medios informativos.
La Misión Especial de Observación en Ucrania (SMM) es la misión más importante desplegada hasta la fecha por la OSCE y desempeña una labor clave en el actual contexto de crisis de la Seguridad europea para conseguir estabilizar Ucrania a través de la vigilancia del alto el fuego, la observación de la frontera ruso-ucraniana, la facilitación de un diálogo nacional inclusivo, así como la monitorización de la situación humanitaria.
La OSCE también dedica su labor a la resolución de conflictos prolongados que aún persisten en la región, mediante la introducción de formatos convenidos. Entre ellos, se incluyen las negociaciones en formato “5+2” cuya finalidad es conseguir una solución política integral del conflicto del Trans-Dniéster, así como el Grupo de Minsk de la OSCE, que busca una solución pacífica negociada del conflicto que afecta a Nagorno Karabaj. En colaboración con las Naciones Unidas y la Unión Europea, la OSCE actúa como co-presidencia en los Debates Internacionales de Ginebra, iniciados tras el conflicto en Georgia en agosto de 2008.
Aunando esfuerzos, los diferentes elementos que componen la OSCE brindan apoyo a los Estados participantes con el propósito de fomentar la confianza y colaborar para la consecución de una comunidad de seguridad euroatlántica y euroasiática libre, democrática, común e indivisible.