A continuación, la intervención completa:
Sr. Presidente,
España se adhiere a la Declaración presentada por la UE.
Nos acercamos al final de esta reunión que agradecemos y cuya convocatoria ha puesto en marcha, por primera vez, la resolución 76/262 de 26 de abril pasado. España fue uno de los 83 países que copatrocinaron esta resolución. Lo hicimos convencidos de que con ella se abriría –como creo que ha sido- un nuevo espacio de transparencia en el que todos los Estados miembros tendríamos la oportunidad de expresar nuestras posiciones sobre cada uso concreto del veto en el Consejo de Seguridad.
Sr. Presidente,
Mantener la paz y la seguridad internacionales es un deber de todos los EEMM de esta Organización.
Esta Asamblea no puede permanecer pasiva cuando se producen amenazas o actos contrarios a la paz y seguridad internacionales y el Consejo de Seguridad se ve impedido de actuar debido al veto de algunos de sus Miembros permanentes.
La República Popular Democrática de Corea ha realizado más de 30 ensayos de misiles balísticos, incluido un misil con capacidad intercontinental, en la primera mitad de 2022. Quedan por delante los segundos 6 meses.
Paralelamente, no ha cesado de desarrollar su programa nuclear. El Director de la OIEA ha anunciado recientemente que la República Popular Democrática de Corea estaría preparando un nuevo ensayo nuclear, en línea con su política – anunciada- de acelerar al máximo su programa nuclear.
Todo ello se lleva a cabo en flagrante violación de reiteradas resoluciones del Consejo de Seguridad, como desafío permanente ,en general, al mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, y en concreto a la seguridad colectiva, y en un año en el que emprendemos la Décima Revisión del Tratado de No Proliferación.
Pese al apoyo de 13 Estados miembros, los vetos de la Federación Rusa y de la República Popular China impidieron la adopción de una resolución de condena a la República Popular Democrática de Corea. Esta resolución hubiera hecho posible la aplicación de nuevas sanciones adicionales eficaces, unas sanciones, quiero recordar, que están perfectamente alineadas con el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas.
Esta resolución non nata contemplaba también las necesidades humanitarias alimentarias y para la lucha contra el CV19 actuales de la República Popular Democrática de Corea.
La ausencia de una reacción contundente del Consejo de Seguridad el 26 de mayo pasado no quedó sin consecuencias: Pyongyang redobló sus provocaciones con un nuevo record, y lanzó el pasado 5 de junio ocho misiles balísticos en un mismo día.
España insta a las autoridades de Pyongyang a reconsiderar su actual línea de actuación, poniendo fin de forma inmediata a sus programas nuclear y de misiles balísticos con los que vulnera múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad adoptadas por consenso desde 2006, y que son contrarios al Tratado de No Proliferación Nuclear.
La continuación de esta política sólo le deparará más rechazo y aislamiento por parte de la comunidad internacional. Urgimos igualmente a la República Popular Democrática de Corea a que atienda los llamamientos para implicarse de lleno en un diálogo político de buena fe, con el fin último de una desnuclearización de la Península coreana completa, verificable e irreversible.
Un dialogo que permita construir un marco de seguridad colectiva para los países vecinos y para la región del que nos beneficiemos todos.
Instamos al Consejo de Seguridad a continuar actuando en este expediente, y en particular solicitamos a la Federación Rusa y a la República Popular China que se unan a la condena unánime de la actitud de la República Popular Democrática de Corea, una actitud que socava el régimen internacional de no proliferación de armas de destrucción masiva y frente a la cual no puede permanecer impasible ningún miembro responsable de la comunidad internacional.
Sr. Presidente,
La utilización del veto representa el fracaso del Consejo de Seguridad en su función primordial: mantener la paz y la seguridad internacionales, y en su capacidad de actuar ante las más graves violaciones de la Carta de NNUU y del Derecho Internacional. El veto no debe sustituir al diálogo.
Frente a nuevas provocaciones que violan el régimen de no proliferación hay que retomar el diálogo en el Consejo de Seguridad y trabajar para lograr una nueva resolución consensuada en esta materia.
Como muchos de ustedes saben, España apoya una reforma de la Carta que elimine el derecho de veto.
Ésta es y ha sido, desde 2008, nuestra postura.
Estamos convencidos de que debemos avanzar hacia unas Naciones Unidas que respondan a las exigencias del siglo XXI en las que la igualdad de sus miembros y la ausencia de privilegios sea más real.
Mientras trabajamos en este sentido, España -cosignataria de la Declaración Política sobre la suspensión del derecho de veto en caso de atrocidades masivas- anima a todos los Estados Miembros que no lo hayan hecho a sumarse a ella.
Muchas gracias Sr. Presidente.