Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para su funcionamiento, mantener la sesión y personalizar la experiencia del usuario. Más información en nuestra política de Cookies

España inaugura el Congreso Mundial de Naciones Unidas sobre Víctimas del Terrorismo en Nueva York

​El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, inaugura el Congreso Mundial de Naciones Unidas sobre Víctimas del Terrorismo en Nueva York.


13 de septiembre de 2022

Durante los días 8 y 9 de septiembre de 2022, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, participó en el primer Congreso Mundial de Naciones Unidas sobre Víctimas del terrorismo, que congregó en la sede de este organismo a representantes gubernamentales, víctimas del terrorismo de todo el mundo, así como académicos y expertos en la materia.

En su viaje a Nueva York, el ministro visitó el Memorial del 11 de septiembre y su Museo Conmemorativo, donde pudo hacer un homenaje a las víctimas, en la semana en la que se cumple el vigesimoprimer aniversario de este atentado.

Asimismo, el ministro participó junto con el secretario general adjunto de las Naciones Unidas para la Oficina de Lucha contra el Terrorismo, Vladimir Voronkov, en la presentación ante Naciones Unidas del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo que tiene su sede en Vitoria-Gasteiz y abrió sus puertas al público en junio de 2021.

Desde la tribuna de la Asamblea General de Naciones Unidas, el ministro del Interior reivindicó la memoria de las víctimas del terrorismo como herramienta de paz y concordia y antídoto frente a los radicalismos, poniendo a España como un ejemplo de ello: “España es la prueba de que la democracia y el Estado de derecho pueden vencer al terrorismo”

En su intervención, Grande-Marlaska desgranó el andamiaje legal puesto en marcha en nuestro país para reconocer, honrar y reparar a las víctimas del terrorismo, y que tiene en la Ley 29/2011 sobre Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo, aprobada por unanimidad, su elemento nuclear. También ha instado al resto de participantes a convertir este Congreso Mundial “en la génesis de un mecanismo eficiente que nos permita saldar esa cuenta pendiente con las víctimas del terrorismo al amparo y con el aliento de la Organización de las Naciones Unidas”.

El ministro concluyó su intervención asegurando que Naciones Unidas y el resto de Estados miembros pueden “contar siempre con España como el más firme aliado en cualquier iniciativa de recuperación y divulgación de la memoria de las víctimas”.

Puede encontrarse a continuación el discurso completo:

"Presidente,

 Secretario general adjunto de Naciones Unidas,

 Agradezco en nombre propio y en el del Gobierno de España su invitación para participar en este acto. Es un honor estar en la sede de la Asamblea General de las Naciones Unidas, institución que hace 74 años alumbró la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un texto que desde entonces ha sido el origen del progreso que ha experimentado la Humanidad en este periodo.

Y es un privilegio participar en la ceremonia de inauguración de este Congreso Mundial de las Naciones Unidas sobre las Víctimas del Terrorismo. Quiero con mis primeras palabras confirmarles el firme compromiso de España con el objetivo que se ha marcado este foro: promover los derechos y necesidades de las víctimas del terrorismo.

 La inmensa mayoría de los países del mundo hemos sufrido el ataque del terrorismo. Hemos sufrido esa violencia irracional y brutal que nos hiere en lo más profundo de la dignidad humana, con independencia de dónde se produce y de quién recibe sus zarpazos.

 Señoras y señores participantes en este congreso mundial, España puede dar triste testimonio de la dureza con la que el terrorismo golpea nuestras sociedades, pero también, y a pesar de tantas heridas, es un símbolo de esperanza. España es la prueba de que la democracia y el Estado de derecho pueden vencer al terrorismo.

 En la vanguardia de este triunfo estuvieron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, pero también los jueces, fiscales, funcionarios de prisiones, concejales y otros muchos servidores públicos. Y el núcleo de su éxito se apoyó en un sólido y amplísimo consenso político y social, que fue posible gracias a dos factores:

El inquebrantable compromiso de la sociedad española con la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos,
y el ejemplo ético y la colosal dignidad de las víctimas del terrorismo y de sus familiares.
 La sociedad española y sus instituciones democráticas somos conscientes de la deuda eterna que hemos contraído con nuestras víctimas.  Contamos por ello con una ley pionera en el mundo, la 29/2011 sobre Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo, aprobada por unanimidad en el Parlamento español, y que les reconoce el derecho a la reparación integral.

Y esa reparación integral consiste no solo en compensaciones económicas, ayudas materiales o atención médica y psicológica, sino que incluye medidas encaminadas a su reparación moral.

Es una obligación legal, sí, pero también esa es la profunda convicción de la sociedad española, que ha impuesto al Estado el deber de impulsar políticas que preserven y dignifiquen la memoria de las víctimas del terrorismo. La sociedad española ha prohibido por ley que supierda su memoria.

Sabemos por dolorosas vivencias que los atentados terroristas detienen el tiempo para las víctimas, y el resto del mundo debe sentirse afectado con ellos. El planeta no puede seguir adelante como si nada hubiera ocurrido. Es imprescindible que recordemos, porque la memoria es justicia para las víctimas y es también la prueba de que este mundo no tolera que la injusticia del olvido sea el precio de la paz y la libertad.

Un mundo sin memoria es un mundo sin futuro porque carece de rumbo. Una humanidad que olvida su pasado no tiene porvenir porque quien no es capaz de mirar atrás tampoco conseguirá mirar hacia adelante y planificar un mañana mejor.

España, los españoles, hemos decidido no olvidar. Creemos que este congreso mundial debe ser la génesis de un mecanismo eficiente que nos permita saldar esa cuenta pendiente con las víctimas del terrorismo al amparo y con el aliento de la Organización de las Naciones Unidas.

Señor secretario general adjunto, Naciones Unidas puede contar siempre con España como el más firme aliado en cualquier iniciativa de recuperación y divulgación de la memoria de las víctimas porque se lo debemos, porque su recuerdo nos interpela y nos convoca a todos en la deslegitimación de la violencia y la creación de una pedagogía del “nunca más”.

Señoras, señores, concluyo ya con un mensaje muy sencillo: en la defensa de los derechos humanos, en la lucha contra el terrorismo y en la protección de sus víctimas, la comunidad internacional siempre encontrará en España a su más firme aliado.

El camino de la paz y la libertad que inició Naciones Unidas hace tantas décadas nunca se termina de recorrer del todo. Debemos trabajar cada día apoyados en la memoria de las víctimas para conseguir la absoluta derrota del terrorismo.

Debemos recordar a las víctimas, reivindicar su sacrificio y su ejemplo. Son la referencia ética y moral de nuestros valores democráticos. Son el símbolo de un mundo que defiende la paz y la libertad frente a la desolación terrorista. Y, desde este tribuna, quiero volver a rendirles homenaje.

Muchas gracias".