La Asamblea General de las Naciones Unidas ha adoptado una Resolución que reforma el sistema de registro y publicación de tratados de la Secretaría de la Organización, recogiendo por primera vez la posibilidad de presentar los tratados para los que se solicita el registro y publicación acompañados de traducciones de cortesía al español, árabe, chino y ruso, además del inglés y del francés.
La iniciativa ha sido liderada y coordinada por España, y presentada de forma conjunta junto a la mayor parte de Estados hispanohablantes y Portugal.
El proceso del registro y publicación de tratados por Naciones Unidas, ordenado por el artículo 102 de la Carta, es una de las actividades emblemáticas e históricas de Naciones Unidas, que heredó de la Sociedad de Naciones, y que tiene su base en el principio de transparencia en las relaciones entre Estados, y en la prohibición de la denominada “diplomacia secreta”.
Los tratados se presentan para su registro y publicación en una recopilación oficial de tratados de Naciones Unidas, en la que los tratados aparecen en los idiomas de sus versiones auténticas y en su traducción al inglés y al francés.
La reforma impulsada ahora por España supone que los Estados y organizaciones internacionales que presentan tratados para su registro y publicación podrán hacerlo, si así lo desean, acompañadas de traducciones de cortesía en cualquiera de las seis lenguas oficiales de la Organización, y no solo en inglés y en francés como hasta la fecha.
La reforma del reglamento de registro y publicación de tratados, que entra en vigor el 1 de febrero de 2022, supone en particular la superación del concepto de que las traducciones de cortesía en el proceso de registro y publicación de tratados solo son al inglés y al francés, para incluir también al español, el árabe, el chino y el ruso.
Para España esto tiene el valor de poner al español, junto a los otros 5 idiomas oficiales de la organización, al servicio de una actividad tan clásica de Naciones Unidas como el registro y publicación de tratados con arreglo al artículo 102 de la Carta.
Las lenguas de traducción para publicación continúan siendo el inglés y el francés exclusivamente, pero esta reforma es un paso para ofrecer la posibilidad de traducciones de cortesía a otras lenguas oficiales de Naciones Unidas. En el futuro, si los Estados y Organizaciones Internacionales que solicitan el registro y publicación utilizan de forma frecuente e intensa traducciones de cortesía al español, la Secretaría pudiera plantearse incluir al español como lengua de traducción para publicación.
Se trata así de una iniciativa que mejora la posición del español en Naciones Unidas en una actividad histórica y emblemática de la Organización, con la vista puesta en el futuro, y de la que España se siente muy honrada en haber impulsado junto a Estados hispanohablantes y Portugal, en coordinación también con el Grupo de Amigos del Español en Naciones Unidas.