La ONUDD lleva a cabo actividades normativas, operativas y de adopción de políticas:
En primer lugar desarrolla actividades derivadas de los mandatos contemplados en los instrumentos jurídicos internacionales y declaraciones políticas sobre drogas y prevención del delito y justicia penal, desempeñando además servicios de Secretaría de los órganos intergubernamentales de adopción de decisiones en esos ámbitos.
En materia de drogas, la normativa internacional está compuesta por la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes, en su forma enmendada por el Protocolo de 1972; el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971 y la Convención de Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias sicotrópicas de 1988. Además, la ONUDD presta servicios de gestión administrativa a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, órgano independiente encargado de evaluar el cumplimiento de estos instrumentos jurídicos internacionales por parte de los Estados.
En segundo lugar, la ONUDD fomenta la cooperación internacional entre los Estados Miembros y la cooperación al desarrollo para fortalecer la capacidad de los mismos en la lucha contra actividades ilícitas relacionadas con las drogas, la delincuencia y el terrorismo.
En este ámbito presta asistencia técnica y coopera al desarrollo de los países elaborando, desarrollando, impulsando y, en su caso, ejecutando proyectos y programas. También lleva a cabo labores de investigación, trabajo analítico y publicación de estudios para identificar y divulgar las mejores prácticas con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre estas problemáticas.
Por último, ayuda a definir prioridades, diseñar programas y políticas de actuación y consensuar la estrategia de la comunidad internacional en su lucha contra los problemas generados por las drogas y las actividades delictivas, apoyando los esfuerzos de los Estados para ratificar y aplicar adecuadamente las Convenciones internacionales en materia de drogas, delincuencia organizada transnacional, corrupción y terrorismo.
La ONUDD también apoya a los Estados en sus esfuerzos para que adopten directrices y políticas de actuación con las que puedan abordar con mayores garantías de éxito estos retos facilitando la toma de decisiones políticas y operativas adecuadas e incrementando la eficacia de los sistemas nacionales competentes en todos los aspectos relacionados con las drogas, la administración de justicia y el terrorismo internacional. Además, promueve la cooperación internacional y busca el apoyo financiero y material de los países y de las organizaciones interesadas.
El presupuesto estimado para el bienio 2020-2021 ronda los 700.000 dólares EEUU. La ONUDD se nutre en casi el 90% de su presupuesto de contribuciones voluntarias de un grupo reducido de países donantes. El 10% restante proviene del presupuesto regular de las Naciones Unidas. Con esta proporción difícilmente se puede atender el mantenimiento de las funciones básicas de la ONUDD. Este hecho hace que su situación financiera padezca inestabilidad crónica. La pandemia de la COVID-19 está dificultando la gestión de los proyectos y programas de asistencia técnica y para el desarrollo, lo que también incide en un menor ingreso de los costes de apoyo a los programas. Esta situación se une a los problemas de falta de liquidez de la Organización de las Naciones Unidas.
España copreside desde 2009 el Grupo de Trabajo Permanente de composición abierta sobre financiación y gobernanza de la ONUDD, creado por ECOSOC para servir de foro de diálogo entre países donantes y receptores de asistencia y para buscar formas de asegurar que las actividades de la Oficina cuenten con recursos predecibles y continuos y consigan el máximo impacto y efectividad. El Grupo de Trabajo sirve también para conocer en mayor profundidad las actividades de la Oficina, su cartera de programas y los recursos que necesita para llevar a cabo sus actividades.
España contribuye financieramente a las actividades de cooperación técnica y de desarrollo ejecutadas por la ONUDD desde 1971, lo que prueba el compromiso político adquirido con la labor competencia de esta Oficina de Naciones Unidas. La contribución voluntaria proviene del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y de la cooperación internacional ofrecida a través de la Ley del Fondo de bienes decomisados por tráfico ilícito de drogas y otros delitos relacionados.
La contribución española se ha destinado, tradicionalmente, al mundo latinoamericano y a las actividades de reducción de la demanda de drogas. España contribuye también a actividades del Fondo para la Prevención de Delito y Justicia Penal de ONUDD en África Subsahariana en ámbitos tales como la capacitación legislativa para acceder a los instrumentos jurídicos internacionales en materia de terrorismo internacional. Asimismo, en el año 2020 ha realizado una contribución al Fondo Fiduciario para la lucha contra la trata de personas.
España cuenta con 22 nacionales españoles en la ONUDD.
Expertos españoles participan regularmente en las actividades de asistencia técnica de la ONUDD y ello se justifica por su alta cualificación profesional y su probada experiencia en las materias competencia de esa Oficina.