Durante la jornada del día 20 se celebraron los encuentros de los ministros de defensa, con la participación por parte de España del ministro de Defensa, Pedro Morenés, quien aseguró el mantenimiento del firme compromiso de las fuerzas armadas españolas contra Daesh, centrado en la base de Besmayah, cuyas capacidades se potenciarán tan pronto como esté constituido el nuevo gobierno español. Los cometidos de adiestramiento de la misión española, y creemos que también del resto de la coalición, deben ampliarse a medida que progresa la liberación de zonas bajo control de Daesh para incorporar actividades de estabilización tales como formación de fuerzas policiales, instrucción para la asistencia médica o adiestramiento contra explosivos improvisados y desminado. En suma, proporcionar herramientas que aumenten la moral y el prestigio de las fuerzas armadas iraquíes para que puedan convertirse en elementos clave para la reconstrucción de esa sociedad y la reconciliación de sus comunidades.
La jornada del 21 consistió en una reunión conjunta de ministros de asuntos exteriores y de defensa y en un almuerzo de trabajo y otra sesión sólo de ministros de asuntos exteriores, en las que se han abordado con especial atención la situación en Irak, Siria y Libia así como la lucha global contra Daesh.
En el conjunto de la ministerial se discutieron en detalle las prioridades en cada una de las líneas de trabajo de la coalición: asistencia militar, contra la financiación del terrorismo, combatientes terroristas extranjeros, comunicaciones y estabilización de áreas recuperadas. Tras la reciente liberación de la ciudad de Faluya y otras zonas de la provincia de Anbar por fuerzas iraquíes y los progresos hacia la liberación de Manbiy en Siria, los participantes trataron del mantenimiento del ímpetu para la completa e irreversible derrota de Daesh, incluida la liberación de las ciudades de Raqqa en Siria y Mosul en Irak.
España es un miembro comprometido de la coalición global contra Daesh, que forman actualmente sesenta y tres países, y está incluida en su grupo reducido de los veintiún miembros más activamente involucrados en sus esfuerzos.
En el ámbito militar, España contribuye con el despliegue en Irak de trescientos militares para dar formación a unidades del ejército iraquí. Hasta la fecha, unos cinco mil efectivos de las fuerzas armadas iraquíes han recibido instrucción de la misión española.
España aporta su amplia experiencia en la lucha contra la financiación del terrorismo y el blanqueo de capitales en general y su legislación avanzada como contribución en el grupo de trabajo de la coalición contra la financiación de Daesh, que tiene por objeto negarle el acceso a las instituciones financieras y cortar sus ingresos procedentes de contribuciones externas, contrabando de petróleo y otras fuentes.
En el combate contra el reclutamiento de combatientes terroristas extranjeros, España se ha destacado copatrocinando la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas 2178, participando activamente en el Foro Global Contra el Terrorismo, y adecuando su legislación para ello mediante la reforma de los artículos 571 y siguientes del código penal, en especial los artículos 575, que tipifica el adoctrinamiento y el adiestramiento militar o en el manejo de armas y explosivos, incluso pasivo, y el desplazamiento al extranjero para integrarse en una organización terrorista, y 577, que sanciona la captación y reclutamiento de combatientes para organizaciones terroristas.
España colabora con la coalición en el terreno de las comunicaciones coordinando su mensajes con los del resto de los miembros para contrarrestar los mensajes violentos de Daesh y difundir las ideas contrarias de paz, colaboración y conocimiento mutuo entre comunidades con distintas religiones o sin religión y participa en la elaboración de contenidos para la página web (www.theglobalcoalition.org) de la coalición.
Para España la situación en Libia es especialmente preocupante por estar situada en la encrucijada de África, Oriente Medio y Europa y por la ausencia de una única autoridad central.
Aunque Daesh ha sufrido reveses militares en el “creciente del petróleo” y en la ciudad de Sirte en los últimos meses, sólo será total e irreversiblemente derrotado si los libios encuentran una solución política a su crisis.
La solución política es urgente pero no termina de llegar a pesar de los esfuerzos del representante especial del secretario general de Naciones Unidas Martin Kobler. Es necesario que el Consejo Presidencial tome cuanto antes las decisiones necesarias para ejercer el mandato que prevé el Acuerdo Político Libio, que sigue siendo la única hoja de ruta aceptada por los propios libios en la vía hacia la reconciliación para, con la ayuda de la comunidad internacional y en especial de los países más cercanos a Libia, preservar la unidad, la soberanía y la integridad territorial del país.