Para este pequeño homenaje, contamos con la ayuda de
Salvador Nadales, responsable del departamento de Dibujo y Pintura del
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía desde 1940, quien aportó datos, teorías y otros detalles de gran interés sobre la obra que ahora os compartimos. Además, también nos puso en contacto con
la familia del artista, quien también se mostró muy agradecida e ilusionada por este modesto reconocimiento hecho desde la embajada como mención a su brillante carrera como pintor.
Francisco González Romero, nacido en Málaga en 1923, pertenece a la generación de artistas de la postguerra. Con extensa formación artística, inició su carrera en la
Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. No obstante, mantendría siempre un vínculo estrecho y cercano con su ciudad natal, en la que siguió pintando y donde abrió su propio taller.
González Romero pasó, como muchos otros artistas, por distintas etapas en su obra. En sus inicios era más común la presencia de paisajes con formas geométricas y colores más fríos. Más adelante empezará a pintar figuras humanas, concretamente seres fantásticos como brujas y finalmente, en los años noventa del siglo pasado, se decantará por un estilo más abstracto y contemporáneo.
Esta obra podría ser clasificada en lo que se ha considerado esa primera etapa más paisajística del artista (fin. años 50 - años 60). Es una vista que nos ha parecido siempre muy interesante por estar llena de detalles, formas rectas y cúbicas, por colores terrosos y suaves que construyen perfectamente esta imagen.
González Romero ve los paisajes como volúmenes, arquitecturas, formas geométricas, líneas, ya sea en el palacio de la Alhambra, en las casas típicas de las Alpujarras o en las cuevas.
Sus paisajes son arquitectónicos, no le interesan los efectos lumínicos, la impresión directa del paisaje, todo es milimétricamente analizado bajo la lupa de un entomólogo y trasladado a unos paisajes de un realismo sobrio. (*)
Como hemos mencionado, resulta que la información que teníamos de la obra tampoco nos daba ninguna pista sobre cuál podría ser la ubicación elegida por el artista para este paisaje. Y es que, a día de hoy, este paisaje nos plantea ciertas dudas sobre la localización real en la que se encuentra, ya que por el momento no se conservan registros y el pintor de avanzada edad no puede ofrecerlos.
Entonces… ¿A dónde tendríamos que viajar si quisiéramos disfrutar de esta vista al natural?
Hemos intentado recoger las diferentes teorías existentes hasta el momento, de entre las que destaca la de la propia familia del pintor: afirman que podría tratarse de Ronda (Málaga) ya que el pintor malagueño pasó una temporada en su Escuela de Artes y Oficios, donde se dedicó a la enseñanza.
Lourdes Jiménez nos lleva un poco más lejos de Ronda, y señala otro punto de la península un poco más alejado que el anterior: el municipio de Brihuega, en Guadalajara.
Por último, Nadales contempla también que podría tratarse del pueblo de Almonaster la Real, en la Sierra de Aracena (Huelva) por el evidente parecido que guarda con sus edificios.
Y ¿a vosotr@s?, ¿qué teoría os convence más?... o ¿creéis que podría ser otro lugar?
Actualmente, Francisco González Romero se encuentra retirado, aunque ha seguido pintando en su taller de la calle Convalecientes, en Málaga, hasta un año antes de su centenario. También fue galardonado ese 2023 con la Estrella de San Telmo, otorgada por la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga a su prolífica carrera.
AGRADECIMIENTOS
Este cuadro es una obra de arte perteneciente a la colección permanente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Para la difusión del contenido de esta pieza se ha contado con el asesoramiento de Salvador Nadales, actual Responsable de Pintura y Dibujo posterior a 1940 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, con la investigación previa de Lourdes Jiménez para la retrospectiva del artista celebrado en 2017 en el Museo del Patrimonio Municipal de Málaga. De manera especial queremos agradecer a la familia del artista su gran amabilidad para colaborar en esta campaña divulgativa.
Esperamos que este pequeño homenaje llegue hasta Francisco en forma de agradecimiento por su obra.
(*) Jiménez, Lourdes “Francisco González Romero. Épocas e itinerarios”. (2017). Dossier de exposición. p. 12. MUPAM. Málaga.