El Embajador de España en Túnez, Guillermo Ardizone, y la vicepresidenta del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Elena Domínguez, junto con otros han visitado la isla de Chikly, situada en la laguna de Túnez y en la cual se erige el fuerte de Santiago, antigua estructura defensiva española del siglo XVI.
Esta visita se enmarca dentro del programa de actividades de la delegación del CSIC que se ha desplazado a Túnez para culminar la puesta en libertad de un grupo de gacelas de Cuvier, especie originaria de las montañas del Atlas en grave peligro de extinción y que fue trasladada desde España a Túnez para su repoblación en 2016 por el CSIC.
El Fuerte de Santiago
El comúnmente conocido como fuerte de Chikly es todo un símbolo del pasado común entre España y Túnez y actualmente declarado monumento histórico. Era un antiguo enclave defensivo romano reconstruido por los españoles en el siglo XVI y restaurado por un equipo de expertos de la Universidad Politécnica de Madrid y el Instituto Nacional de Patrimonio de Túnez entre 1993 y 2002.
El proyecto de colaboración para la rehabilitación del lugar comenzó en 1993, realizando en los años posteriores una profunda excavación y limpieza del lugar, así como excavaciones arqueológicas con financiación de la Agencia Española de Cooperación (AECID).
A partir de 1998 se da por concluida la consolidación de la fortaleza y los trabajos se centran en su restauración hasta febrero de 2002.
El proyecto tuvo como objetivo la puesta en valor de este importante ejemplo del patrimonio histórico tunecino y dotarlo de las características necesarias para permitir el desarrollo de instalaciones de visita e interpretación, así como para realizar en él actividades culturales, sin olvidar su especial relevancia como reserva y hábitat de muchas especies de aves y peces.
La reserva natural de Chikly
La isla de Chikly es un lugar de relevante importancia medioambiental para Túnez. Declarada reserva natural en el año 1993, e marzo a septiembre, el islote es un santuario ornitológico, debido a la presencia masiva de aves migratorias por lo que no está permitido su acceso.
Cincuenta y siete especies pasan el invierno en el lago, escondiéndose principalmente cerca del fuerte, siendo las poblaciones más importantes los flamencos y las garcetas, así como varias especies de gaviotas y halcones.