El 13 de abril el Museo de Arte de Kadriorg inaugurará la exposición “España Blanca y Negra. Una visión de España, de Fortuny a Picasso", que presenta la pintura española desde los románticos paisajes del siglo XIX hasta los innovadores inicios del joven Pablo Picasso.
El foco principal de la exposición son las obras realizadas por maestros españoles del modernismo a finales del siglo XIX y comienzos del XX consagrados a la búsqueda de la esencia de su país natal. En ese momento, la cuestión de la identidad cultural se tornó fundamental en muchos lugares de Europa, incluida España, donde un resurgir literario, musical y artístico surgió a partir del diálogo entre los defensores de la España “blanca" y la España “negra".
“No sólo se trata de una exposición muy completa que consta de maravillosas obras de arte, sino también de un pequeño milagro, ya que organizar una exposición internacional y traerla hasta Estonia en estos momentos es muy caro y complicado", comentó una de los comisarios de la exposición, la directora del Museo de Arte de Kadriorg, Aleksandra Murre. Según ella, varios museos y colecciones privadas han rescindido acuerdos previos por considerar la situación geopolítica de Estonia demasiado peligrosa. “Agradecemos el decidido apoyo institucional desde un primer momento de la Embajada de España en Estonia, y especialmente a quienes han prestado las obras de arte y nos han confiado sus valiosos tesoros artísticos – incluidas obras de uno de los grandes nombres del siglo XX, Pablo Picasso – a pesar de la incertidumbre y la falta de conocimiento de nuestro pequeño museo en España. Entre ellos se encuentran los principales museos de España, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), el Arte Ederren Bilboko Museoa – Museo de Bellas Artes de Bilbao y la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza en Málaga. También están representadas numerosas colecciones privadas, cuyos propietarios han colaborado exitosamente con nosotros gracias al esfuerzo del comisario Carlos Alonso Pérez-Fajardo", agregó Aleksandra Murre.
“Aunque hemos conseguido traer a Estonia algunas obras maestras de Joaquín Sorolla, uno de los artistas más célebres y admirados de comienzos del siglo XX en España, me gustaría destacar una gran obra de Joaquim Mir, que forma parte de un mural en la casa del artista. La obra de 1904 es asombrosamente libre, audaz y poderosa, casi llegando a la abstracción" afirmó, al comentar su elección de obras, el comisario e historiador del arte Carlos Alonso Pérez-Fajardo, uno de los mayores expertos en la obra de Ignacio Zuloaga.
El arte español no conoció el paisajismo hasta el siglo XIX, cuando empezaron a surgir interrogantes sobre la identidad y la imagen nacional de España. Durante el proceso de modernización del Estado, chocaron dos formas opuestas de representar el país: la brillante y alegre España “blanca" y la oscura y solemne España “negra", que revelaron las capas más profundas del patrimonio cultural español. A principios de siglo, el modernismo catalán floreció entre esos dos polos opuestos, reuniendo las cualidades pictóricas y la sensibilidad tonal del primero con la intelectualidad del segundo.
La pintura paisajística española comenzó en el siglo XIX, cuando los extranjeros se interesaron por el folclore, la naturaleza exótica y la arquitectura del país. Los autores de estas imágenes, a menudo poco sofisticadas y superficiales, eran autores franceses, ingleses y alemanes que habían viajado por España. Con maestros como Mariano Fortuny, Martín Rico y Eugenio Lucas Velázquez nació una sólida escuela de paisajismo español y aumentó la importancia del género en el desarrollo cultural general. El maestro más importante de la España “blanca", y una de las estrellas más destacadas de la pintura española en general, fue el valenciano Joaquín Sorolla, cuyo pincel trasladó al lienzo luminosos paisajes de mar y de sol en los que mujeres y niños disfrutan de los placeres de la playa. Sorolla se convirtió en el artista oficial del Estado, responsable de la imagen de España. La figura contrapuesta entre los artistas de la España “negra" fue Ignacio Zuloaga, cuyas obras son bien conocidas por el público estonio gracias a la exposición monográfica que le dedicó el Museo Mikkel en 2021. Entre los autores e ideólogos más influyentes de esta corriente se encuentran Darío de Regoyos y José Gutiérrez Solana.
La pintura modernista en Cataluña combinó el enfoque pictórico y la sensibilidad tonal de los maestros mediterráneos con el intelectualismo de la España "negra". El meteórico ascenso de los modernistas catalanes comenzó a finales del siglo XIX en España y el resto de Europa con Ramon Casas y Santiago Rusiñol, a quienes siguieron Hermen Anglada Camarasa, Isidre Nonell y Joaquim Mir. Las tradiciones de la escuela española y el modernismo barcelonés ofrecieron un terreno fértil para el crecimiento de Pablo Picasso, que cambió radicalmente el arte en todo el mundo y cuyas obras concluyen la exposición, apuntando hacia el desarrollo de una vanguardia europea que tuvo en parte sus orígenes en la desbordante cultura española.
El programa de inauguración de la exposición está disponible en la página web del museo.
La exposición estará abierta hasta el 25 de agosto de 2024. Después de Tallin, la exposición se trasladará a Riga, donde se exhibirá en el Museo de Arte de la Bolsa de Riga del 15 de septiembre al 15 de diciembre de 2024.
Comisarios: Aleksandra Murre y Carlos Alonso Pérez-Fajardo
Diseño gráfico: Külli Kaats
Con el apoyo de la Embajada de España en Estonia