Según anunció el pasado domingo el Ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, los principales esfuerzos del cuerpo diplomático del gigante asiático van a centrarse durante 2015 en ampliar las conexiones con países cercanos, tanto por vía terrestre como por vía marítima y aérea. En este sentido, se pretende reactivar la antigua y fructífera “Ruta de la seda”, que inició las transacciones comerciales regulares entre China y Europa.
Tras el primer viaje del tren Yiwu-Madrid el pasado diciembre, China sigue con su política “un cinturón, un camino”, destinada a dinamizar el comercio con los países que la rodean, especialmente Europa del Este y el resto de países asiáticos. Y para ello, tal y como anunció el Ministro de Asuntos Exteriores el pasado domingo, esta política será la que centre los esfuerzos diplomáticos chinos en 2015.
En este sentido, la construcción de estas nuevas vías comerciales es entendida por China como un gran proyecto multilateral, de modo que para la construcción de la infraestructura necesaria (carreteras, ferrocarriles, aeropuertos, etc.), así como para la exploración de recursos naturales y el impulso a la cooperación industrial y financiera, el Gobierno chino pone en marcha un nuevo “Fondo de la Ruta de la Seda”, cuya dotación inicial se prevé sea de 40.000 millones de dólares.