En un informe recientemente publicado en Pekín, la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) prevé que China se convierta en el mayor productor mundial de energía renovable en 2030 si dobla su capacidad y alcanza un 26% de cuota de energías renovables sobre el total de la producción energética. Para alcanzar dicho objetivo, se hace necesaria una inversión anual de 145.000 millones, de la cual en torno a dos tercios irán destinados a energía eólica, solar e hidroeléctrica.
Según datos de dicha Agencia, China ha incrementado su capacidad renovable en 2013 más que Europa y el resto de Asia conjuntamente. Las energías renovables mejorarán la vida de millones de personas y ayudarán a ahorrar miles de millones de dólares si se toma en cuenta la factura sanitaria y el déficit energético que sufre el país. China es actualmente el mayor consumidor de energía del planeta por lo que debe de jugar un papel clave en el cambio hacia un modelo sostenible que pueda reducir los efectos del cambio climático. En 2030, se calcula que el consumo energético chino se habrá incrementado en un 60% adicional.