La legislación y sistema judicial de Omán son muy diferentes de los españoles, no siendo homologables en materia de derechos y garantías de los detenidos. La nacionalidad española NO impide que, en caso de cometer un delito, le sea de aplicación la ley omaní. Las personas que violen las leyes de Omán, incluso sin saberlo, pueden ser detenidas, encarceladas y deportadas, o se les puede impedir la salida del país, mientras estén en libertad condicional con o sin fianza. Debe tenerse en cuenta que es probable que las sanciones impuestas por delitos similares en España sean mucho más severas en Omán, especialmente en lo referente a delitos relacionados con drogas.
En caso de detención, tiene derecho a comunicar su situación a la Embajada a través del teléfono de emergencia consular (+ 968 99 47 33 70), donde se le proporcionará -si lo desea- un listado de abogados. Tiene este derecho reconocido por convenios internacionales firmados por Omán que son de obligado cumplimiento y así puede exigírselo a las autoridades.
Durante el mes de Ramadán, está prohibido y penado por la ley, también para los no musulmanes, comer, beber, fumar y escuchar música alta y bailar en lugares públicos, desde el amanecer hasta después de la plegaria de la tarde. Durante esas horas los restaurantes permanecen cerrados pero algunos hoteles habilitan un espacio cerrado para la restauración de sus clientes extranjeros.
El alcohol se puede consumir únicamente en hoteles y establecimientos con licencia. No existe la venta libre de bebidas alcohólicas. Los visitantes extranjeros pueden comprar y beber alcohol en lugares con permisos (hoteles, restaurantes y clubes que dispongan de una licencia especial). El consumo de alcohol en la vía pública está prohibido. El estado de embriaguez puede ser motivo de arresto. La conducción bajo los efectos del alcohol está severamente penada. La edad legal para beber alcohol en Omán son 21 años. La importación y el uso de cigarrillos electrónicos son ilegales en Omán.
Se recuerda que la legislación en materia de delitos relacionados con las drogas es especialmente dura en Omán, llegándose a imponer la cadena perpetua y, en algunos casos, la pena de muerte, así como multas muy elevadas por la afiliación a bandas internacionales criminales que se dedican al tráfico de drogas. No hay distinción en la ley omaní entre drogas "blandas" y "duras", siendo tratados con igual severidad los delitos por tráfico, contrabando y posesión, incluso de cantidades pequeñas. En teoría hay defensa de oficio en el país, pero no es efectiva. La embajada no dispone de fondos para pago de honorarios legales. Los tribunales no disponen de intérpretes de español, lo que dificulta los procesos.
Para evitar problemas en caso de entrar con medicamentos se recomienda llevar consigo la receta médica reciente. Para las medicinas que contengan sustancias psicotrópicas se requiere una autorización previa del Ministerio de Sanidad omaní.
En materia de restricciones aduaneras, se permite la introducción en el país de 600 cigarrillos, 2 litros o 2 botellas de bebidas alcohólicas (sólo los no musulmanes mayores de 21 años), 10 DVD para uso personal y 100 ml de perfume. El equipaje es sometido a control de rayos X a la entrada. Para obtener más información, consulte con el Ministerio de Sanidad de Omán con bastante antelación con respecto a su viaje. Está rigurosamente prohibida la introducción de material pornográfico. La exportación de bienes culturales, incluidos los hallazgos geológicos, arqueológicos o marítimos es punible.
Para introducir animales de compañía se necesita un certificado expedido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Recursos Hídricos de Omán, un certificado de salud expedido por el país de origen y un certificado de vacunación (de más de un mes y menos de seis de antigüedad).
El Sultanato de Omán sólo reconoce las uniones matrimoniales entre personas de distinto sexo y no reconoce oficialmente las parejas de hecho constituidas legalmente en España. Las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo o personas no casadas, la prostitución y el travestismo están castigados con penas de prisión. Se prevé además el procesamiento y, en su caso, penas de prisión y/o deportación de los extranjeros que cometan actos contrarios al orden público o la moral. Si una mujer queda embarazada fuera del matrimonio, tanto ella como el padre se enfrentan a la posibilidad de penas de cárcel y deportación. Las demostraciones públicas de afecto están mal vistas y pueden causar problemas con la policía.
Para los turistas es válido tanto el permiso de conducir español (sólo durante tres meses) como el internacional, si bien este último tiene la ventaja de incluir una traducción al árabe. Los residentes deben solicitar el permiso de conducir omaní, que se puede obtener canjeando el permiso español siempre y cuando tenga una antigüedad superior a un año, aportando un examen de la vista (no es válido el internacional). Se pueden ver los respectivos requisitos en la siguiente página web.
El estado de las carreteras suele ser bueno en la capital, pero Omán es un país con elevado índice de accidentes de tráfico. Ello sucede en parte por el incumplimiento de los límites de velocidad y el uso de vehículos de gran cilindrada. Se recomienda por consiguiente ser precavido al volante y prestar atención a riesgos como animales sueltos que cruzan la carretera en zonas rurales. La lluvia puede causar inundaciones repentinas y abundantes, especialmente en los cauces secos de los ríos y en las carreteras que los cruzan.
Las infracciones de tráfico, incluso aunque no resulten en accidente, pueden conllevar la detención del infractor por un periodo mínimo de 24 horas (por ejemplo, en el caso de pasar un semáforo en rojo, hay cámaras en todos los semáforos). Las autoridades omaníes hacen cumplir estrictamente las leyes de tráfico y existen duros castigos por infracciones, con multas de hasta 3.000 riales o penas de prisión de hasta tres años. Las cámaras de tráfico se utilizan ampliamente para controlar el exceso de velocidad y el respeto de los semáforos. Los límites de velocidad están claramente señalados en las carreteras principales. Se puede multar con hasta 300 riales por usar repetidamente dispositivos electrónicos mientras se conduce. Y se puede multar por no mantener el coche limpio. La conducción bajo los efectos del alcohol está duramente sancionada. Los cinturones de seguridad deben ser usados por todos los pasajeros del vehículo y los asientos de seguridad para niños son obligatorios para todos los niños menores de 4 años.
En caso de accidente, conviene no mover el vehículo hasta la llegada de la policía (teléfono local de emergencias: 9999).
Los extranjeros, sean o no residentes en Omán, deben estar al corriente del pago de sus multas de tráfico o deudas pendientes. De lo contrario, no se les permitirá salir del país. Se pueden pagar las multas en el aeropuerto y la Policía Real de Omán (ROP) ha habilitado un sistema de pago en línea.
Los delitos financieros, como el fraude, dar cheques sin fondos, no pagar deuda y el impago de facturas (incluidas las de hotel) pueden dar lugar a encarcelamiento y / o una multa. Es posible que no pueda salir del país. Lo mismo ocurre si está sujeto a una prohibición de viaje, está involucrado en procedimientos legales, o inmerso en un caso de custodia de menores.
Es delito insultar o hacer comentarios ofensivos sobre la familia real omaní, el gobierno y sus funcionarios (ni en las redes sociales). Decir palabrotas y hacer gestos groseros (también mientras se conduce o en las redes sociales) se consideran actos obscenos. Es conveniente solicitar permiso a los locales antes de sacarles fotografías. No se permite la fotografía de ciertos edificios gubernamentales y zonas militares. Volar un dron recreativo o dispositivos voladores controlados a distancia sin un permiso válido es ilegal en Omán, castigándose con una pena mínima de tres años de cárcel y multa. Está prohibido el acceso a numerosas páginas web (de contenido pornográfico, principalmente).