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Bienvenidos a esta fiesta del 12 de Octubre, día nacional de España, que celebramos a ambas orillas del Atlántico, allá en Europa y también en tantos lugares de nuestra querida América. Cuando se instituyó esta festividad se eligió esta fecha porque simboliza la efeméride histórica en la que España, en 1492, a punto de concluir la integración de sus distintos reinos, inició un período histórico en el que se produjo su encuentro con América.
Este encuentro trascendental selló el destino de España como pueblo hasta el día de hoy, enriqueciendo su dimensión histórica. Como afirmó S.M. Felipe VI ante la LXXI Asamblea General de NNUU, el destino de España es inseparable de las dimensiones europea y mediterránea, y también iberoamericana, todas ellas partes constitutivas del ser español y vehículo de su vocación universal.
La Historia de los pueblos presenta de manera natural momentos de diversa intensidad. España ha vivido en los últimos tiempos situaciones difíciles como consecuencia de una crisis económica global que progresivamente vamos superando. El esfuerzo continúa a fin de resolver los retos políticos, económicos y territoriales de la hora presente. Pero para coronar con éxito esta etapa, la unidad resulta inexcusable y trabajar en pos de la misma es una exigencia para los poderes públicos y los ciudadanos de toda España. Nuestro futuro como sociedad democrática y, solidaria depende de ello. Y también nuestra felicidad, si se me permite esta evocación jeffersoniana.
España es un socio importante de la Unión Europea, a la que nos adherimos hace ya 30 años. Nuestra dimensión europea nace de una adhesión plena a los grandes principios que alumbraron la unidad entre las naciones de Europa. El éxito de esta Unión en sus 60 años de existencia no puede verse empañado por dificultades como las actuales. Antes al contrario, éstas proporcionan una formidable ocasión para trabajar en favor de una unión más estrecha, y conseguir una Europa más justa, más próspera y más comprometida con las grandes causas de la Humanidad.
Hoy es la Fiesta Nacional de España. Hoy no trabajamos, es día de fiesta. Pero la Embajada de España en La Paz trabaja diariamente para proyectar las relaciones con Bolivia hacia metas más y más ambiciosas cada día.
El último año ha sido un año intenso en el que hemos tratado de profundizar en las relaciones diplomáticas entre España y Bolivia. Deseo destacar especialmente el diálogo fructífero sobre cuestiones de la agenda multilateral aprovechando la presencia de España en el CSNU y la próxima entrada de Bolivia como miembro no permanente en dicho órgano el próximo enero. Ha sido un diálogo fructífero para ambos.
Asimismo, hemos trabajado de manera decidida en el ámbito económico y comercial. España está apoyando a Bolivia en su empeño de atraer inversiones al país. En este terreno, consideramos que la colaboración público-privada es fundamental para contribuir al crecimiento boliviano. Esta fórmula permitirá aprovechar el know-how de las empresas españolas, las cuales cuentan con la ventaja que suponen los lazos culturales que existen entre España y Bolivia. Con este espíritu, el pasado 13 de julio, se celebró una ronda de negocios en Madrid con empresas españolas interesadas en invertir en Bolivia. Esta iniciativa tendrá su continuidad en La Paz a finales del mes de noviembre, en un evento empresarial organizado por el Instituto de Comercio de Exterior de España (ICEX) y esta Embajada.
La presencia de España en Bolivia tiene en la Cooperación un ámbito de actuación que año tras años proporciona incontables oportunidades de colaboración institucional. La Cooperación Española trabaja en tres sectores prioritarios: Gobernabilidad, Agua y Saneamiento, y Educación. Pero también se extiende al área de Salud, Soberanía alimentaria, Cultura, y cada vez más al ámbito de la cooperación policial para la mejora de las capacidades de la Policía Boliviana en la lucha contra el narcotráfico y el crimen internacional.
Quiero agradecer a todos aquellos técnicos de esta Embajada y de los distintos ministerios bolivianos, así como a las ONG’s españolas, por su eficaz trabajo a lo largo del último año en los sectores antes citados. Y deseo hacer una mención especial a las actividades de apoyo al Estado de Derecho y la reforma de la Justicia, esenciales, junto con la protección de la libertad de prensa, para garantizar plenamente las libertades civiles en una sociedad democrática.
La Cooperación nos reporta momentos impagables. Quiero recordar aquí la fecha de 13 de julio pasado, cuando, junto con el vicepresidente García Linera, se inauguró en la localidad de Patacamaya el primer instituto del Programa de formación integral y técnica para jóvenes bolivianos, financiado con el programa de conversión de deuda Bolivia-España, y que el Ministerio de Educación ha declarado “instituto modelo”.
Queridos amigos
El 12 de Octubre es también una fiesta cultural. Tal afirmación deriva de un hecho incuestionable: en 1492, se publica la Gramática Castellana de Antonio de Nebrija, el primer libro impreso en Europa centrado en el estudio de las reglas de una lengua romance. Y a partir de esa fecha, la lengua española, hoy hablada por más de 500 millones de hablantes, se convirtió en el idioma que definió ese gran escenario cultural que hoy conocemos como América Latina.
Con la lengua castellana como instrumento, la cultura ha sido y es desde siempre un espacio privilegiado de la relación entre España y Bolivia. A través de la diplomacia cultural hemos podido generar redes que permiten profundizar en el conocimiento de nuestras respectivas tradiciones. Este año hemos tenido la oportunidad de contribuir a tejer aún más estas redes gracias a la conmemoración de 400º aniversario de la muerte de Cervantes y a la Feria del Libro de La Paz, en la cual España ha sido país invitado.
Quisiera, por último, dirigir unas breves palabras a la comunidad de españoles residentes en Bolivia que engloba a algo más de 16.000 personas. Se trata de españoles muy diversos.
Por un lado, hijos y nietos de españoles para los que España es parte de su historia familiar. Por otro, aquellos que han llegado recientemente a trabajar en Bolivia, y que se han ido quedando en estas tierras, dividiendo su corazón entre dos patrias. Por último, los nuevos españoles, esos bolivianos que marcharon a España hace 10 años, cuyos hijos nacieron en España y que ahora comparten con nosotros la doble identidad hispano-boliviana. A todos quiero dar la bienvenida cordial a este día de la fiesta nacional.
También deseo ofrecer un saludo afectuoso a nuestros amigos bolivianos con los que guardamos una intensa relación a través de nuestros consulados en La Paz y Santa Cruz, así como a la comunidad de bolivianos que reside en España, más de 200.000 personas, gracias a los cuales se renueva la hermandad entre España y Bolivia.
Queridos amigos
Esta fiesta del 12 de Octubre, esta efeméride, nos permite interrogarnos, sobre el sentido de nuestras relaciones y de nuestro destino futuro. Pues bien, quisiera que ese futuro, como recuerda el historiador Carlos Mesa, sea “la suma integral e inexcusable de nuestro pasado, con todos sus sinsabores y problemas, pero también con sus glorias y pasos hacia delante". Y como poéticamente evoca el inspirador de estas palabras, lograr la plena fusión de la sirena y el charango, bella metáfora de la unión de dos mundos, para mejor alcanzar el “suma qamaña” de la sabiduría andina.
Muchas gracias