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Discurso Fiesta Nacional 2015

12 de octubre de 2015

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La Paz, 12 de octubre de 2015

Bienvenidos amigos, españoles y bolivianos a esta fiesta del 12 de Octubre, Día Nacional de España que queremos celebrar con todos vosotros. Festejemos en primer lugar el poder estar todos de nuevo reunidos en esta fiesta de hermandad entre españoles y bolivianos, nuestros hermanos. Y celebremos también nuestra común voluntad de permanecer juntos en un mundo cambiante y a veces difícil en el que todos los esfuerzos son necesarios para lograr nuestras metas de prosperidad y libertad.

Hace un año, desde esta misma tribuna, nos hacíamos eco de los importantes cambios acaecidos en España para superar las dificultades de los últimos años. El esfuerzo aún continúa y exige de nosotros toda nuestra energía. La superación de la crisis no es tarea pequeña pero nos anima el comprobar que nuestros afanes han tenido su recompensa y que gran parte del camino ha sido recorrido con resultados alentadores. España ha logrado enderezar su economía con cifras de crecimiento del PIB del 3.1% calculado para este año, lo que supone un cambio de ciclo esperanzador. Esta es una noticia excelente que dice mucho del espíritu de superación de los españoles, de su temple y de su energía. Gracias a ellos, y al ambicioso programa de reformas llevado a cabo, el país puede encarar en mejor posición las metas que se proponga, en un año marcado por las citas electorales en el que los españoles deberán renovar sus instituciones.

La Marca España sale reforzada de la experiencia de estos años gracias al trabajo de los españoles, la pujanza de sus empresas, la vitalidad de su cultura, el éxito de sus deportistas, la ambición de su comunidad científica y la universalidad de su lengua. España es eso y mucho más. Deseo recordar aquí las palabras de SM el rey Felipe VI quien nos exhorta a construir España “no solo desde el respeto y la defensa de nuestros valores constitucionales, sino también desde la afirmación de principios éticos y morales que inspiren nuestras conductas; y con un marco de valores cívicos compartidos que guíe nuestra convivencia democrática y fortalezca nuestra concordia nacional”.

Este año está siendo asimismo trascendental para Europa, que vive momentos decisivos, confrontada al reto de acoger la llegada de refugiados y migrantes, y que trabaja para resolver sus propias dificultades económicas. La Unión Europea, a la que España se adhirió hace justamente 30 años, sigue siendo, hoy como ayer, la mejor palanca de la prosperidad y la libertad de más de 500 millones de ciudadanos, unidos por intereses comunes en un mundo que exige más: más justicia, más igualdad, más derechos. España es hoy un socio plenamente comprometido con la idea de Europa cuya legitimidad se acrecentará en la medida en que logre dar respuesta a las demandas de sus ciudadanos.

En este contexto internacional, España tiene su propia responsabilidad. Desde enero, España ocupa un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuya presidencia ostenta en este mes de octubre. España, nación forjada como crisol de culturas y país europeo, iberoamericano y mediterráneo, está en condiciones óptimas para tender puentes y labrar consensos que permitan afrontar las amenazas a la paz y la seguridad internacionales. Desde su posición en el Consejo de Seguridad, España actuará decididamente para fortalecer la función preventiva del Consejo; incrementar la eficacia de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz; defender los Derechos Humanos; impulsar el desarme y la no proliferación; fortalecer la cooperación internacional contra el terrorismo; y, en fin, impulsar la cooperación al desarrollo como elemento clave de la paz y la seguridad.

Estimados amigos,

La fiesta del 12 de Octubre es asimismo una excelente ocasión para resaltar una vez más las buenas relaciones entre España y Bolivia. Latinoamérica ha sido siempre una prioridad para la política exterior de España. Los lazos humanos, históricos, sociales, culturales, políticos, económicos y lingüísticos han hecho de este continente una constante en la política exterior de los Gobiernos de España. En la actualidad, nuestro país aspira a lograr unas relaciones en pie de igualdad y equilibradas con todos los países hermanos de este lado del Atlántico, y Bolivia es uno de ellos.

Los españoles contemplan con enorme satisfacción los progresos extraordinarios de la Bolivia contemporánea. Admiran su evidente modernización y su ambición de jugar el papel que le corresponde en el mundo de hoy. La sociedad boliviana exhibe hoy con orgullo una confianza inédita que sin duda es el preludio de años de progreso. Con esta Bolivia que emerge, España desea estrechar más y más sus lazos de amistad y colaboración.

En lo político, en primer lugar. España y Bolivia son dos países que se conocen y respetan. Trabajamos juntos en numerosos terrenos. Cada uno puede aportar al otro su experiencia y su voluntad de progreso. Juntos hemos cooperado en el ámbito el Naciones Unidas, en donde compartimos inquietudes y objetivos en materias tales como los derechos humanos, el pleno despliegue del derecho humano al agua o el reconocimiento de los pueblos y culturas indígenas. España también ofrece su plena colaboración para asegurar unas óptimas relaciones de Bolivia con la Unión Europea, el principal socio de cooperación y principal fuente de inversión. Además, nuevos campos de trabajo se han abierto este año en el terreno deportivo, tras la reciente firma del Memorándum de Entendimiento entre el Ministerio de Deportes y el Consejo Superior de Deportes de España. Los intercambios de experiencias en el campo policial, de formación de jueces, de fortalecimiento institucional, o la capacitación de especialistas bolivianos beneficiados por los programas de becas, han propiciado en el último año un incesante intercambio entre los dos países. Tenemos afortunadamente mucho trabajo por delante.

Las relaciones económicas es otro capítulo importante de nuestra presencia en Bolivia. La primera llegada de empresas españolas se produjo a lo largo de los años 90. En la actualidad, el nuevo marco legal establecido por la Ley de Inversiones y la Ley de Conciliación y Arbitraje, unido al incremento de la inversión pública, debe estimular la llegada de nuevas empresas españolas para participar en proyectos de licitación pública y privada. Estas empresas desempeñan hoy un papel relevante en los sectores de energía, medio ambiente, agua, infraestructuras, sector industrial, ingeniería y consultoría. Pero no solo contribuyen al desarrollo del país, sino que también participan a través de los programas de Responsabilidad Social Corporativa en proyectos en el campo de la salud, la educación, la infancia, el deporte, la agricultura, la cultura, el arte, entre otros.

La Cooperación al Desarrollo española también mantiene su pulso tradicional en Bolivia.

Debo destacar en particular las acciones centradas en un ámbito tan esencial como el de Agua y Saneamiento, prioridad estratégica de Bolivia. La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), a través del Fondo Español de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), tiene un gran compromiso con Bolivia. Este fondo ha invertido en estos últimos años un total de 167,2 millones de dólares. Este esfuerzo es compartido con el Estado Plurinacional de Bolivia, que compromete recursos complementarios. Gracias a esta importante inversión el país ha podido alcanzar la meta de cobertura de agua potable de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) antes de la fecha límite, fijada para el año 2015. 

La Cooperación Cultural es otro de los grandes ámbitos de nuestra actividad en Bolivia. La cultura, sus protagonistas y sus diferentes manifestaciones son el lazo que más une a nuestros pueblos. En este sentido, quiero subrayar que el próximo año se cumple el 400 aniversario de la muerte de uno de los escritores más universales: Miguel de Cervantes. La constitución de una Comisión para la celebración de dicha efeméride en España marca el inicio de un programa exhaustivo de actos que reflejarán la importancia de la obra de Cervantes. El Centro Cultural de España en La Paz ya celebra cada año al novelista inmortal con diversas actividades y con ocasión del 400 aniversario esperamos renovar con fuerza esta pasión cervantina. 

Bolivia y su patrimonio es también un terreno abonado para la cooperación hispano-boliviana. Siguiendo el éxito del modelo desarrollado en España, las Escuelas Taller iniciaron su andadura en América Latina de la mano de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). En Bolivia, la primera Escuela Taller se abrió en Potosí en 1992 y le siguieron las de Sucre, La Paz y la Chiquitania que siguen formando a jóvenes desde la filosofía de “aprender produciendo”. Gracias a ello, ha sido posible la rehabilitación de los monumentos más destacados de Potosí, Sucre y las Misiones Jesuíticas de Chiquitos.

Las relaciones hispano-bolivianas no se entenderían hoy sin mencionar a los miles de hombres y mujeres nacidos en estas tierras que emigraron a España, en donde viven y trabajan.  Más de 200.000 bolivianos viven actualmente en mi país.
La inmensa mayoría de ellos ha logrado su plena integración en la sociedad, lo que es fuente de grandes oportunidades. Esta realidad tiene indudablemente una  gran importancia económica para Bolivia, pues las remesas desde España representan más de 40% de todas las remesas que los bolivianos en el mundo remiten a sus familiares. Además, esta comunidad posee una gran importancia humana y social. Nunca “lo boliviano”, su música, sus tradiciones, su gastronomía, estuvieron tan presentes en España como ahora. Muchos de estos bolivianos permanecerán en España y acabaran siendo ciudadanos españoles de pleno derecho, renovando el vínculo de hermandad entre España y Bolivia.
Queridos amigos y compatriotas,

En esta fiesta del 12 de Octubre, resulta gratificante mostrar el trabajo de las instituciones españolas establecidas en Bolivia, la Embajada en primer lugar, pero también nuestras ONG’s, la Cámara de Comercio, nuestros consulados, el Centro Cultural de La Paz, el Centro de Formación en Santa Cruz, y también el de la comunidad española que vive en este corazón de América. Todos ellos comprueban, comprobamos, cada día cómo esta tierra boliviana ofrece estimulantes oportunidades de cooperación.

Quienes tenemos la responsabilidad de estrechar los lazos entre nuestros dos países contamos con la ventaja de gozar de una acogida especial y del afecto de nuestros hermanos bolivianos, a los que deseamos retribuir como se merecen. Porque, como decía el gran poeta americano Pablo Neruda, “algunas amistades son eternas”. Y la de España y Bolivia lo es sin lugar a dudas.