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Introducción, traslado y vivienda

5 de octubre de 2022

Introducción 

Los nombres oficiales del país son lrlanda o Eire. Con una superficie de 70.282 km2, el país ocupa el 83,35% del territorio de la isla homónima, la segunda más grande de las Islas Británicas y la tercera de las islas de Europa. El resto de la isla es ocupado por Irlanda del Norte, parte del Reino Unido. Resultado de un clima suave, sin temperaturas extremas, y muy cambiante, la abundante vegetación de Irlanda le ha merecido los apelativos de isla esmeralda e isla verde.
 
Irlanda es uno de los veintisiete Estados miembros de la Unión Europea. Es miembro de la Eurozona, pero no del Espacio Schengen. En consonancia con su tradicional política de neutralidad, el país no es miembro de la OTAN. Su capital es Dublín, en la costa oriental de la isla.
 
Irlanda alcanzó su independencia efectiva en 1921, como resultado del Tratado Anglo-Irlandés que puso fin a la guerra de la independencia contra el Reino Unido (1919-1921) y consagró la partición de la isla. La oposición de parte del pueblo irlandés a ese tratado desembocó en la guerra civil irlandesa (1922-1923). En 1949 el país se declaró una república. El 1998 el Reino Unido e Irlanda firmaron el Acuerdo  de Paz de Irlanda del Norte, también conocido como Acuerdo del Viernes Santo o Acuerdo de Belfast. El acuerdo, ratificado en sendos referéndums por la República de Irlanda e Irlanda del Norte, puso fin a casi treinta años de un violento conflicto en la provincia de Irlanda del Norte.
 
Las medidas proteccionistas que adoptó Irlanda en los años que siguieron a su independencia frenaron su desarrollo económico y empezaron a ser desmanteladas a fines de los años 1950. Irlanda se adhirió a la Comunidad Económica Europea en 1973, junto al Reino Unido. La liberalización económica iniciada a fines de los años 1980 resultó en una sostenida expansión. Entre 1990 y 2006 la economía registró unas muy altas tasas de crecimiento (media del 9,4% en los noventa y de 5,3% entre 2000 y 2006). La expansión se debió a una combinación de factores: auge de la inversión extranjera, atraída por la baja fiscalidad a las empresas; población bien educada y de habla inglesa; acceso al mercado de la UE; la expansión demográfica y la creciente participación de la mujer en el mercado de trabajo; y el “dividendo” de la paz tras el fin en 1998 del conflicto en Irlanda del Norte.
 
El estallido de una burbuja inmobiliaria en 2008 causó una aguda contracción de la actividad económica y un fuerte desequilibrio entre ingresos y gastos públicos, cerró el acceso de Irlanda a los mercados de endeudamiento y forzó al Gobierno a firmar en diciembre de 2010 un programa de asistencia financiera con la UE, el FMI y el BCE. Los avances logrados permitieron a Irlanda abandonar el programa de ayuda financiera a su término, en diciembre de 2013. En vísperas de la pandemia de coronavirus la economía irlandesa era la más dinámica de la Eurozona.
 
Con una renta por habitante de 72.746 €, Irlanda es formalmente el 2º país más rico de la UE. En la medida en que incluye las operaciones de las numerosas empresas multinacionales con sede en Irlanda, pero sin apenas repercusión sobre la economía real del país, el PIB sobrestima el nivel de bienestar material de los irlandeses. La Oficina Central de Estadísticas de Irlanda se inclina por utilizar como indicador de la riqueza real del país la Renta Nacional Bruta (RNB). En el caso de los países grandes de la zona euro o incluso de algunos pequeños (Bélgica, Finlandia, Países Bajos), el PIB y la RNB son semejantes. En el caso de Irlanda, la RNB es hoy el 79% del PIB.
 
En el índice de desarrollo humano de las Naciones Unidas de 2019 Irlanda ocupaba el 2º puesto, compartiendo esa posición con Suiza. En sus informes sobre la sociedad irlandesa, la Organización para la Cooperación Económica (OCDE) atribuye a sus ciudadanos mucha confianza en sus gobernantes y su administración, un sólido nivel educativo entre los jóvenes, un bajo nivel de delincuencia, una alta esperanza de vida y satisfacción con su modo de vida y costumbres. Los temas más candentes del debate político son aquellos en que los indicadores de la OCDE sitúan a Irlanda a la cola de sus países miembros, a saber, la vivienda, de difícil acceso tanto en propiedad como de alquiler, la sanidad, con unas infraestructuras deficientes y un sistema de seguridad social no universal, que hace necesario la contratación de seguros privados de atención médica y pensiones.
 
Unos 14.000 españoles están registrados como residentes en Irlanda.
 
Para más información sobre Irlanda, consulte la Ficha País​Se abre en ventana nueva.
 

Trasladarse a Irlanda 

Como ciudadano de la UE, un nacional español tiene derecho a trasladarse a cualquier otro país miembro, entre ellos Irlanda, para trabajar, estudiar, buscar empleo o vivir de sus rentas. En Irlanda disfrutará de los mismos derechos, prestaciones y ventajas que los ciudadanos irlandeses.
 
Bajo la premisa anterior, se puede permanecer en Irlanda sin necesidad de registrarse como residente. Ahora bien, para acceder a diversas prestaciones sociales, a la atención pública y ciertos servicios públicos, se debe obtener un número de Personal Public Service (PPS).  
 
 
Los españoles residentes en Irlanda deben inscribirse en el Registro de Matrícula Consular de esta Embajada.  
 
Los españoles que ejerzan su derecho a la libre circulación y se trasladen a Irlanda pueden solicitar que sus familiares no ciudadanos de la UE se reúnan con ellos en Irlanda. Las autoridades irlandesas dividen a los familiares en dos categorías: autorizados (qualifying) y susceptibles de ser autorizados (permitted).  
 
Los primeros son el cónyuge, los hijos, los nietos, los padres y los abuelos. Los segundos son las parejas de hecho, familiares a cargo y miembros que forman parte del hogar por razones médicas. 
 
Los familiares que, por su nacionalidad, necesiten visado para entrar en Irlanda deben solicitar uno. Si el familiar ya se encuentra en Irlanda, debe solicitar una tarjeta de residencia, EUTR1 o EU1A, según que el familiar pertenezca a la primera o a la segunda categoría. Si la solicitud es resuelta favorablemente, el familiar recibirá una tarjeta de residencia para un periodo de hasta cinco años. 
 
Tras cinco años de residencia en Irlanda en ejercicio de sus derechos de libre circulación, el familiar del español puede solicitar un permiso de residencia para 10 años. 
 
Los titulares de una tarjeta de residencia irlandesa pueden viajar entre los Estados miembros de la UE sin necesidad de visado siempre que vayan acompañados por su familiar ciudadano de la UE.​​
 

Vivienda

En Irlanda y, sobre todo, en Dublín hay escasez de vivienda, lo que se traduce en una fuerte presión al alza de los precios del alquiler y en serias dificultades para encontrar alojamiento. La capital, Dublín, es con mucho la zona más cara para vivir. Está considerada una de las ciudades de Europa donde resulta más caro alquilar una vivienda. El alquiler mensual medio de un apartamento de tres dormitorios en el centro de Dublín era de 3.713 euros en abril de 2021.

Hay delincuentes que explotan esas dificultades de acceso a la vivienda de alquiler. Entre sus principales objetivos están los extranjeros que se disponen a instalarse en el país. Es recomendable no firmar un contrato o pagar una fianza sin antes haber visitado la vivienda y conocido al propietario o al agente inmobiliario. 

La mejor manera de familiarizarse con los precios de la vivienda de alquiler o en propiedad en Irlanda, por condados, ciudades y barrios, es consultar las webs más populares, a saber:

https://www.daft.ieSe abre en ventana nueva

https://www.rent.ieSe abre en ventana nueva

https://www.myhome.ieSe abre en ventana nueva

https://www.let.ieSe abre en ventana nueva

Numerosos foros en Facebook y otras redes sociales ofrecen viviendas de alquiler.

Al alquilar un piso en Dublín es costumbre pagar el primer mes por adelantado, además de otro mes en concepto de fianza. No suele haber dificultades en recuperar la fianza al término del alquiler. La web del Consejo de Alquileres ResidencialesSe abre en ventana nueva (Residential Tenancy Board) ofrece interesante información sobre los derechos de inquilinos y caseros en Irlanda. En principio y aunque no siempre se hace, cuando una persona alquila una propiedad el casero debe registrar a la persona en esta web.

Por lo que respecta al alquiler inicial o temporal, para unos días, unas semanas, todo lo más, unos meses, las posibles opciones son hoteles, Aribnb, hostales, alquiler de una habitación (directamente al casero) y piso de estudiantes.

Los hostales ofrecen con cada vez mayor frecuencia desde habit​aciones compartidas hasta apartamentos para varias personas. El siguiente enlace puede resultar útil para realizar la búsqueda de un hostal: https://www.hostelworld.comSe abre en ventana nueva.