En el periodo 1936-1939, la Guerra Civil española y su posguerra crearon un movimiento solidario internacional, del que no fue ajena la sociedad belga.
Durante la Guerra Civil Española, llegan a Bélgica más de 5.000 niños españoles, “los niños de la guerra”, que fueron calurosamente recibidos por familias e instituciones belgas. Asimismo, Bélgica fue también país de acogida para muchos españoles exiliados con motivo de la contienda y del régimen franquista, como Josep Carner i Puig-Oriol, “el príncipe de los poetas” de las letras catalanas y diplomático español destinado en esta Embajada en 1936-1937. Aunque de épocas distintas, también conmemoramos la figura de Francesc Ferrer i Guàrdia, referente librepensador y precursor de la pedagogía moderna. El 5 de noviembre de este año se cumplen 110 años de la instalación del monumento en su honor, actualmente situado en la Avenida Franklin Roosevelt, frente al edificio principal de la Universidad Libre de Bruselas, y que fue erigido gracias a una suscripción popular. En 1990 se inauguró una réplica idéntica en el Parque de Montjuïc de Barcelona.
Durante los años cincuenta y sesenta, miles de españoles llegan a Bélgica como emigrantes en búsqueda de oportunidades de vida y trabajo. Es la época en la que florecen los centros sociales y culturales como los Antonio Machado, Miguel Hernández, o García Lorca, y asociaciones como El hogar español de Vilvoorde (1963) y la Asociación hispanobelga de ayuda mutua (1964), que desde entonces sigue dedicando sus esfuerzos a facilitar la integración de los españoles en Bélgica.
En la actualidad, Bélgica sigue siendo uno de los países más atractivos para los españoles cuando pensamos en nuevas oportunidades de vida y trabajo en el extranjero, se estima que hay más de 100.000 españoles o ciudadanos de origen español residiendo en el país, muchos de los cuales desempeñan funciones relevantes en todos los sectores.
De igual forma, la Oficina de Turismo de España en Bélgica conmemora este año 2021 el 70º aniversario de su presencia en Bélgica, un fenómeno de gran importancia que ha contribuido a tejer una relación afectiva de Bélgica hacia España, culminando, en 2019, con la visita a nuestro país de más de 2,5 millones de belgas: prácticamente el 25% de su población.
Los nuevos flujos de visitas e intercambios de personas, empresas e instituciones en la actualidad son reflejo de esta comunidad de intereses que caracteriza a dos sociedades modernas, en todos los sectores de la economía, especialmente en los de mayor valor añadido en términos científicos, tecnológicos y de innovación, como se refleja en instituciones como la Cámara Oficial de España en Bélgica y Luxemburgo y la Cámara de Comercio de Bélgica en España. Bélgica se situó en 2019 en el noveno puesto mundial como destino de nuestras exportaciones. La Asociación de Científicos Españoles en Bélgica (CEBE) también ha desarrollado una importante labor en los últimos años para reforzar los vínculos entre ambos países en este ámbito, especialmente entre las nuevas generaciones de científicos.
La relación ha sido también muy estrecha y fructífera en los ámbitos cultural, científico y educativo. El Instituto Cervantes de Bruselas celebra 30 años de presencia en Bélgica, mientras que la Consejería de Educación de la Embajada lleva décadas fomentando las relaciones educativas entre ambos países. De especial relevancia son las Aulas de Lengua y Cultura Españolas (ALCE) repartidas por toda la geografía belga, en las que miles de niños de origen español han podido seguir manteniendo un contacto con la lengua y la cultura española, a la vez que cultivan la presencia e interés por nuestra lengua y cultura en los centros educativos belgas que los acogen. En el ámbito del hispanismo, que cuenta con una importante red de investigadores y asociaciones, es necesario destacar los Premios Duques de Soria de Hispanismo, que se celebran bienalmente, premiando las mejores tesis de máster de filología o de literatura entre las que se realizan en las siete grandes universidades belgas con estudios de lengua, literatura o historia de España. Además, el Casal Català y la Euskal Etxea de Bruselas ofrecen asimismo clases de catalán y euskera, respectivamente, a centenares de alumnos belgas cada año. La Asociación de Amigos de la Fundación Carlos de Amberes, por su parte, se ha refundado en 2020 para fomentar las relaciones culturales y científicas entre España y Bélgica, muy vinculada a la Fundación homónima con sede en Madrid.
Este espíritu de amistad y solidaridad se refleja también en la escena internacional, en la que Bélgica y España comparten visión y posicionamientos en asuntos de la UE y de la agenda global, como los derechos humanos, iniciativas contra la pena de muerte, las políticas efectivas de género, la economía verde, la lucha contra la pobreza o la emergencia del cambio climático, como se refleja en los trabajos e iniciativas en el marco de la Agenda de Desarrollo 2030 de Naciones Unidas y en otros foros internacionales, también los dedicados a la seguridad, como la OTAN, o a la lucha contra el terrorismo.
La pandemia de la COVID-19 ha supuesto un nuevo reto compartido, en el que ambos países, en el seno de la UE y a escala global, han tenido que hacer gala de esos mismos valores de amistad, solidaridad y cooperación, con el fin de mitigar sus efectos y de encontrar tratamientos efectivos. Ambos países han destacado por los distintos proyectos de investigación para el tratamiento del virus. La empresa biotecnológica estadounidense Moderna se ha aliado con la farmacéutica española Rovi, de Madrid, la elaboración y distribución – a partir de enero de 2021 - de su vacuna a gran escala, mientras que la planta de Pfizer en Puurs, Bélgica ha asumido la primera gran fase de producción y distribución a gran escala de esta vacuna por toda Europa, desde diciembre de 2020.
En función de la evolución de la crisis sanitaria, se irán anunciando los distintos aspectos de la agenda de trabajo entre ambos Gobierno y el programa de actos conmemorativos.