El pasado día 2 de septiembre tuvo lugar en la Universidad de Sao Paulo el Seminario "España en la formación de Brasil como Nación" organizado por la Fundación Consejo España-Brasil con la colaboración de la Embajada de España. A él acudió el Embajador de España en Brasil junto con otros destacados historiadores.
España y Brasil son dos países muy cercanos. Nos unen la cultura, la lengua -aunque el portugués y el español son distintos, tienen una fuerte raíz compartida- y las relaciones económicas, con las importantes inversiones de las empresas españolas en Brasil y las que empiezan a realizar las empresas brasileñas en España. Incluso el carácter de brasileños y españoles es muy similar. España y Brasil son dos países muy cercanos. Nos unen la cultura, la lengua -aunque el portugués y el español son distintos, tienen una fuerte raíz compartida- y las relaciones económicas, con las importantes inversiones de las empresas españolas en Brasil y las que empiezan a realizar las empresas brasileñas en España. Incluso el carácter de brasileños y españoles es muy similar.
Pero hay otro factor que acerca a ambos países que es menos conocido: la historia. A España se le asocia en principio, como es lógico, con la historia de los demás países iberoamericanos que fueron colonizados por ella. Y la historia de Brasil, como también es lógico, se asocia con la de Portugal.
Sin embargo, hubo un tiempo, entre 1580 y 1640, en el que las Coronas de España y de Portugal estuvieron unidas. Felipe II, Felipe III y Felipe IV fueron al mismo tiempo Reyes de España y de Portugal. Y se da la circunstancia de que esos 60 años fueron decisivos para la formación del territorio actual de Brasil, que se extendió mucho más hacia el oeste de la línea marcada en el Tratado de Tordesillas en el Siglo XV, que delimitaba los respectivos territorios español y portugués en América. Importante fue también la participación española en la defensa frente a los holandeses, que intentaron apoderarse del nordeste brasileño. La invasión solo pudo ser rechazada gracias a la movilización de barcos, soldados, y recursos españoles. Muchos españoles murieron para defender Brasil, un episodio que recuerda hoy un cuadro llamado “La recuperación de Bahía de Todos los Santos”, que está colocado en el Museo del Prado al lado del famoso cuadro de Velázquez, La Rendición de Breda.
Bien es verdad que las disputas territoriales entre ambos imperios (el portugués y el español) continuarían planteadas durante los siglos posteriores tras la separación de la Corona portuguesa, con búsqueda de soluciones negociadas, como el Tratado de Madrid de 1750 y el Tratado de San Ildefonso de1777.
A lo anterior hay que añadir la presencia española en otros aspectos de la formación de Brasil durante la época de la colonia. Un elemento destacado fue la presencia de la Compañía de Jesús en el territorio brasileño. Los jesuitas tuvieron una fuerte influencia en la educación y en la protección de los indios, sin olvidar al Padre jesuita español de origen canario José de Anchieta, el primer santo brasileño y fundador de la ciudad de São Paulo. O la influencia del urbanismo colonial español, cuyas raíces entroncan directamente con el de las ciudades que los romanos habían fundado en todo el mundo mediterráneo, incluidas sus colonias de la Hispania romana.
El papel de España en la formación del territorio brasileño no ha sido por lo tanto menor, y sin embargo ese papel es muy poco conocido, tanto en Brasil como en España.
Hay otro aspecto no menos relevante. Brasil es un país cuya nacionalidad se ha forjado con inmigrantes provenientes de muchos orígenes distintos: europeos, africanos, sirio-libaneses, japoneses, o judíos. Entre ellos se encuentran los españoles, venidos en diferentes momentos en los siglos XIX, XX y que continúan haciéndolo en la actualidad. Los españoles han contribuido y contribuyen con su esfuerzo a la constitución de Brasil como nación y a su desarrollo económico, social y cultural
El objetivo de este seminario es ayudar a conocer mejor esa contribución de España en la formación del territorio y de la población de Brasil. Ambos, territorio y población, son dos de los elementos esenciales constitutivos de un Estado. Creemos que es útil que esa contribución sea mejor conocida en Brasil y también en España. No solo es la cultura, la lengua o el fútbol lo que une a brasileños y españoles. También la historia e incluso la sangre. Brasileños y españoles tenemos mucho en común y ser plenamente conscientes de ello nos ayudará a que ese patrimonio compartido siga creciendo en el futuro.