El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha inaugurado hoy, acompañado por el ministro argelino de Asuntos Exteriores, Ramtane Lamamra, el primer seminario sobre el agua en el Mediterráneo Occidental. También han participado en el acto inaugural Almudena Muñoz, directora de la Casa Mediterráneo, y Javier Ferrer, comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Júcar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
El seminario es el primero que se enmarca en la iniciativa hispano-argelina que tiene como objetivo la aprobación de una estrategia del agua para el Mediterráneo Occidental. Esta iniciativa permitirá desarrollar una estrategia en el ámbito 5+5 (Portugal, España, Francia Italia y Malta, por la ribera norte; y Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, por la sur) que promueva el uso sostenible del agua a través de, entre otras cosas, la armonización de las políticas del agua en el Mediterráneo.
El ministro García-Margallo ha destacado que España, por sus condiciones de clima y suelo, conoce la importancia del agua, y tiene capacidades técnicas y empresas tecnológicamente avanzadas en el sector. El agua en el Mediterráneo es un bien estratégico, escaso y desigualmente repartido.
En este sentido, el ministro ha manifestado que el agua constituye un eje prioritario y transversal de la política exterior española, y los riesgos y desafíos con ella relacionados han de ser abordados en tres ámbitos fundamentales: la paz y la seguridad; el desarrollo; y los derechos humanos. Estos ámbitos, que coinciden con los pilares de Naciones Unidas, han visto iniciativas españolas como, por ejemplo, la promoción del reconocimiento del agua como derecho humano.
Durante el desarrollo del seminario, se ha consensuado, además, un marco estratégico para el futuro desarrollo de una estrategia para el agua en el Mediterráneo Occidental que debe contemplar los siguientes aspectos:
La necesidad de incorporar nuevos recursos tales como la desalación y la reutilización, así como la construcción de nuevas infraestructuras de regulación y abastecimientos para combatir la escasez de agua, la mejora de la eficiencia mediante nuevas soluciones tecnológicas de gestión de la demanda para promover el consumo responsable, y la mejora de la calidad de las aguas a través del saneamiento y la depuración.
Esta estrategia común de los países del Mediterráneo Occidental, además, debe sentar las bases para la protección medioambiental y la adaptación al cambio climático (sequías e inundaciones), avanzar en el binomio agua-energía y mejorar la gobernanza del agua.
Todos los países participantes se han comprometido a identificar las medidas de actuación para definir un plan de acción a discutir en el segundo seminario de la iniciativa que se celebrara a finales de 2014 en Oran.
Por último, el ministro ha destacado la importancia de que a esta iniciativa estén ya asociadas la Unión Europea, la Unión del Magreb Árabe y la Unión por el Mediterráneo, y las organizaciones regionales especializadas en agua, y que se convierta en una referencia para otros países del Mediterráneo.