La situación de los desplazados por la violencia armada en el noreste de Nigeria, especialmente mujeres, niños y ancianos, es extremadamente difícil. Las comunidades han sido separadas, los niños no van a la escuela y la mayoría de las personas lo han perdido todo.
Los niños se encuentran entre los que han tenido que buscar refugio huyendo de la violencia armada en Nigeria. Estos niños han estado viviendo con sus madres en un campo de desplazados internos en Yola, en el estado de Adamawa, en el noreste de Nigeria, durante más de un año.
Esta chica huyó de su ciudad natal con su madre cuando su aldea fue atacada. Desde que llegó al campamento de desplazados internos en Yola, en el estado de Adamawa, en el noreste de Nigeria, no ha podido ir a la escuela porque su familia ha perdido casi todo cuando huyeron para salvar la vida y no tienen medios para pagar las cuotas.
Muchos niños tuvieron que huir sin sus familias cuando la violencia estalló en sus aldeas. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) registra a los menores no acompañados y proporciona llamadas telefónicas para restablecer el contacto entre familiares separados por el conflicto armado.
Las mujeres embarazadas han tenido que dar a luz en circunstancias sumamente difíciles y a veces se han visto forzadas a abandonar a sus hijos recién nacidos para salvar su propia vida.
Los voluntarios de la Cruz Roja nigeriana y el CICR distribuyen alimentos a las familias desplazadas en Maiduguri, estado de Borno, en el noreste de Nigeria. "La violencia en Nigeria está haciendo estragos en las familias separadas y causando un inmenso sufrimiento", dijo el presidente del CICR Peter Maurer, durante su visita a Nigeria en 2015. "Es una de las mayores crisis humanitarias en el mundo a día de hoy".
Las personas ancianas también se han visto afectados por el conflicto. La mayoría de ellos han tenido que caminar por las montañas más de 200 km durante días sin comida, medicamentos y apenas agua, dejándolo todo atrás, hasta llegar a un lugar a salvo.
Mujeres desplazadas por la violencia armada esperan su turno en un centro de distribución de ayuda del CICR para recoger alimentos, en Maiduguri, estado de Borno, en el noreste de Nigeria.
Lugares como Maiduguri, Yola y Gombe, en el noreste de Nigeria, se han convertido en el hogar de cientos de miles de personas desplazadas. Algunas familias se han instalado en escuelas, edificios gubernamentales y campamentos de desplazados. Otras se encuentran con familiares y familias de acogida, poniendo más presión sobre las comunidades ya empobrecidas.
"Estábamos en la iglesia cuando llegaron los hombres. Dispararon de forma indiscriminada y mataron a algunos de nosotros" dice Hafeesu Adamu, residente de Michika, Nigeria, quien también se vio obligado a huir. "Entre nosotros había mujeres y niños que murieron en el camino. Algunas mujeres dieron a luz durante el trayecto".
Jesús Serrano Redondo
Proyecto de divulgación sobre la situación humanitaria en el nordeste de Nigeria y países vecinos promovido por la Embajada de España en Nigeria con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en colaboración con Jesús Serrano.
Todas las historias de este proyecto fueron recogidas en 2015.